El proyecto de resolución que fue consensuado ayer finalmente por el G-8 en Alemania no menciona expresamente a la OTAN pero deja claro entre líneas que será la responsable de los aspectos militares de la operación. Según el texto entregado a los miembros del Consejo, el proyecto no menciona a la Alianza Atlántica por las reticencias expresadas por Rusia, pero señala que la operación se llevará a cabo «por estados miembros y por una relevante organización internacional», en referencia clara a la OTAN. La resolución hace referencia a un anexo, numerado como 2.4., en el que se señala que «la presencia internacional de seguridad, con una participación sustancial de la OTAN, deberá ser desplegada bajo un sistema de comando y control unificado». El borrador, que consta de siete párrafos e incluye dos anexos, de ser aprobado, implicaría que el Consejo de Seguridad autorizaría el despliegue de una fuerza internacional en Kosovo y la administración civil de esta provincia serbia por parte de la ONU.
«Decide -señala en concreto el documento- el despliegue en Kosovo, bajo los auspicios de la ONU, de una presencia civil y de seguridad, con el apropiado equipamiento y personal». La fuerza militar, que funcionaba por tanto bajo la autorización de las Naciones Unidas, no responderá a una cadena de mando de la ONU. Por su parte, el presidente norteamericano Bill Clinton dijo anoche que las tropas rusas que participen en la fuerza internacional de Kosovo no estarán bajo mando directo de la OTAN, pero sí tendrían el mismo tipo de coordinación que la ideada para la fuerza de paz que opera en Bosnia.