Los enviados de Rusia y Europa para los Balcanes, Víctor Chernomirdin y Martti Ahtisaari respectivamente, concluyeron ayer su primera entrevista en Belgrado con el presidente de la República Federal de Yugoslavia (RFY), Slobodan Milosevic, al que presentaron la propuesta común para Kosovo elaborada en Bonn en cooperación con el secretario de Estado adjunto norteamericano, Strobe Talbott.
Según informaron fuentes diplomáticas, que no precisaron el contenido de la reunión de más de dos horas o si se produjeron resultados concretos, las negociaciones se reanudarán hoy por la mañana. Esta primera sesión comenzó a las seis de la tarde, hora local y española, tras la llegada a la capital yugoslava de ambos diplomáticos. El plan de paz será discutido hoy por el Parlamento serbio en sesión extraordinaria. Según el portavoz del Ministerio finlandés de Asuntos Exteriores, Yrjo Lansituro, los dos diplomáticos «explicaron la oferta de Paz convenida en Bonn, la dirección yugoslava hizo algunas preguntas y dijo que estudiaría el proyecto».
A su llegada a Belgrado, Ahtisaari estimó que este era «un día histórico para Yugoslavia». «Hemos trabajado muy duro para este viaje -indicó", y esperamos que tras estas entrevistas podamos avanzar hacia la Paz en la región».
Washington ya se había mostrado satisfecho por los resultados de las negociaciones previas, por lo que, según el portavoz del Departamento de Estado, James Rubin, «la pelota está claramente en el campo» del presidente yugoslavo. El proyecto presentado a Milosevic ofrece, según Chernomirdin, «una posibilidad real» de poner fin al conflicto, proponiendo, entre otros puntos, la creación de una comisión de control de los futuros acuerdos entre la OTAN y Belgrado.
El diplomático ruso señaló que ahora queda por precisar la composición y forma de funcionamiento de la comisión, cuestión que podría resolverse durante las reuniones con el jefe de Estado yugoslavo. Además, según el enviado del Kremlin, la fuerza del mantenimiento de la paz que se desplegará en Kosovo para garantizar la aplicación de los acuerdos estarán formadas por los países de la OTAN y por Rusia, aunque tanto las propias fuerzas como sus mandos estarán separadas.