Los enfrentamientos entre la artillería india y la paquistaní y los ataques aéreos masivos de la aviación india contra los guerrilleros islamistas propaquistaníes agravaron ayer la tensión en Cachemira, donde, según Islamabad, 10 escolares perecieron durante los bombardeos efectuados por la aviación india.
La India desmintió esa información y acusó a las fuerzas paquistaníes de intensificar sus ataques de artillería a lo largo de la «línea de control», que separa a los «hermanos enemigos» en esa región del Himalaya, que los dos países se disputan desde hace medio siglo. Escuadrillas de aviones indios Mig-21, Mig-23 y Mig-27 efectuaron varios ataques contra los guerrilleros atrincherados en las montañas de la Cachemira india, en la región de Kargil, a unos 5.000 metros de altura, desde donde se domina la ruta estratégica Srinagar-Leh. Disparos de artillería y a veces combates cuerpo a cuerpo, sobre todo durante la noche, enfrentan a las fuerzas indias y a los guerrilleros propaquistaníes armados hasta los dientes, en un terreno particularmente hostil.
El ejército indio anunció una nueva tentativa de invasión por parte de los guerrilleros y se vio obligado a reforzar esa región, donde ahora dispone de una fuerza de 30.000 hombres. Pakistán, por su parte, afirmó haber rechazado tres ataques indios a lo largo de la frontera al norte de Cachemira, causando fuertes pérdidas al ejército indio, al que acusó de haber matado a 10 niños en una escuela de Kirán, cerca de Muzaffarabad, capital de la Cachemira bajo control pakistaní.
La India negó que su artillería hubiera alcanzado ayer una escuela. «Sólo atacamos objetivos militares», asegurando que se trataba de «pura propaganda», respondió un portavoz militar indio a las acusaciones de Pakistán.
Según el ejército indio, Pakistán sigue concentrando armas pesadas y hace disparos de artillería en casi toda la línea de control.