Rusia ha superado de momento su última crisis de gobierno al aprobar ayer la Duma al candidato del Kremlin, Serguéi Stepashin, como nuevo primer ministro del país. Stepashin se ha convertido en el cuarto jefe de gobierno de Rusia en poco más de un año y en el primer general en este cargo, por una amplia mayoría de 296 votos a favor y 55 en contra.
Con la aprobación de su candidato en la Duma, el presidente ruso, Borís Yeltsin, ganó sin mayores problemas un nuevo pulso con la oposición comunista, rebelada contra él por haber defenestrado al anterior primer ministro, Yevgueni Primakov.
Los diputados renunciaron a una nueva confrontación con el Kremlin conscientes de que el rechazo a Stepashin, un funcionario leal a Yeltsin pero alejado de la política, llevaría al presidente a relevarlo por otro candidato claramente inaceptable para ellos. Según la Constitución rusa, el jefe de Estado tiene derecho de disolver la Duma y aprobar por decreto al primer ministro si la cámara rechaza tres veces seguidas a su candidato a la jefatura del gobierno.
La oposición decidió no brindarle a Yeltsin tal oportunidad de dejarla sin la tribuna parlamentaria durante la campaña para las elecciones legislativas de diciembre próximo y presidenciales de verano del 2000, cuando vence el mandato de Yeltsin.