Un portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados informó ayer que fuerzas serbias regresaron un tren con 2.000 refugiados kosovares que trataban de llegar a Macedonia, y expresó temores tras haber escuchado explosiones en el lado yugoslavo de la frontera. «Una pareja de ancianos que recién cruzó la frontera aseguró que el tren no está ya en el lado yugoslavo de la frontera», dijo Ron Redmond. «Un grupo de gitanos le dijo a los dos viejos que el tren fue puesto en marcha con rumbo al norte del país, con todos los refugiados a bordo. No obstante, las explosiones que escuchamos nos hacen temer lo peor», agregó el portavoz del alto comisionado de la ONU. No se pudo establecerse de inmediato si las explosiones que se escucharon del otro lado de la frontera tenían alguna conexión con el tren repleto de refugiados albano-kosovares.
Al parecer, el tren había salido de la estación de Kosovo Polje -perteneciente a Pristina, la capital kosovar- en su recorrido se detuvo en varias localidades de la provincia. La mayoría de los refugiados procedía de la localidad de Urosevac y según los testimonios de las personas que pasaban la frontera, en su interior viajaban sobre todo ancianos, mujeres y niños, pero no se apreciaba la presencia de un número considerable de hombres y de jóvenes.
Asimismo, las personas que pasaban la frontera con Macedonia, todos ellos ancianos que se dirigían a Skopje a cobrar su pensión de jubilación, comentaban que tanto en los andenes de las estaciones de Urosevac como en General Jankovic se había acumulado mucha gente que esperaba subirse al ya de por sí abarrotado tren.