El Alto Representante de la comunidad internacional para Bosnia, el diplomático español Carlos Westendorp, afirmó ayer que el problema de Kosovo requiere una solución «inmediata» y una presencia militar «masiva» porque lo que está en juego es la seguridad del continente europeo.
«La guerra de Kosovo puede convertirse en la mecha que incendie todo el continente y generalizar así un conflicto que después no se podría detener», sostuvo Westendorp durante una entrevista con la televisión alemana internacional «DW-tv».
Agregó que por esa razón «la solución del conflicto de Kosovo debe ser inmediata, definitiva y con una presencia militar masiva». Westendorp dijo que «a largo plazo Kosovo deberá gozar de autonomía», aunque insistió en que «para ello es necesario que haya un respeto a las minorías, lo que no es posible sin una democracia».
El Alto Representante para Bosnia respaldó las exigencias de la comunidad internacional para Kosovo, pues «es imposible llegar a un arreglo político mientras las fuerzas militares y paramilitares de Serbia no se marchen de Kosovo, el Ejército de Liberación de Kosovo (UCK) se desarme y se despliegue una fuera internacional».
En este sentido, destacó que «esa fuerza debe ser militar, estar fuertemente armada y bajo la dirección de la OTAN porque esa es la única organización capaz de hacerlo». Mientras, los ministros de Exteriores de la UE celebran mañana en Bruselas una reunión dominada por el conflicto de Kosovo, ya que recibirán al líder moderado albanokosovar Igrahim Rugova y a su colega ruso, Igor Ivanov.
Los Quince oirán la versión de Rugova sobre la evolución de la situación en Kosovo e intentarán que Rusia se una a las posiciones occidentales para llegar a un acuerdo de Paz y posterior aplicación de un Pacto de Estabilidad para los Balcanes.
Por último, el presidente del Gobierno español, José María Aznar, viaja hoy a Rusia en visita oficial en la que transmitirá al presidente ruso, Boris Yeltsin, el deseo de los países de la OTAN de que sigan mediando en el conflicto de Kosovo.