El portavoz militar de la OTAN, el teniente general Walter Jertz, descartó ayer un cese temporal de los bombardeos contra Yugoslavia mientras el presidente de ese país, Slobodan Milosevic, no cumpla con las exigencias de la comunidad internacional.
Los Verdes alemanes, socios minoritarios de la coalición de Gobierno, exigieron el pasado jueves detener temporalmente los bombardeos aliados en un congreso marcado por la confrontación y en el que no faltaron actos de violencia, incluso contra uno de los líderes del partido y ministro de Asuntos Exteriores, Joschka Fischer.
El cese temporal de la acción militar de la OTAN en Yugoslavia fue la alternativa de consenso presentada por la presidencia a las propuestas de resolución, mucho más radicales, elaboradas por los sectores pacifistas del viejo partido Verde. Fischer había advertido a sus correligionarios de que la propuesta de cese inmediato e incondicional de los bombardeos era «imposible de aplicar».
Jertz afirmó ayer que el cese de los bombardeos es una posibilidad que la Alianza no se plantea porque «no hay indicios de que Belgrado esté cumpliendo con las cinco exigencias de la comunidad internacional». «No hay pruebas de que las tropas serbias se estén retirando de Kosovo y tampoco ha comenzó el retorno de los refugiados», dijo.
El portavoz militar de la OTAN subrayó en ese contexto que el cese temporal de los bombardeos solicitado por los Verdes alemanes sería, además, contraproducente porque «daría ventaja a Milosevic». «Un alto el fuego sería utilizado por Belgrado para reconducir su estrategia y reagrupar fuerzas», sostuvo Jertz.