Una unidad de la policía serbia ha sido retirada de Kosovo y regresó a Belgrado ayer, según anunció el Ministerio de Interior de Serbia, en un comunicado difundido por la agencia Tanjug. En el texto no se especifica los efectivos de esta unidad a la que, según indica, el ministro serbio de Interior, Vlajko Stojiljkovic, ha pasado revista en Belgrado. El ministro rindió homenaje a estos policías, que, afirmó «han cumplido con éxito su misión en la salvaguardia de la integridad territorial de la república y el desmantelamiento de las bandas de separatistas y de terroristas albaneses».
El presidente serbio, Slodoban Milosevic, tiene desplegados en
Kosovo más de 40.000 soldados, según datos de los que dispone la
Alianza Atlántica.
La OTAN considera la posible retirada de 250 militares serbios de
la provincia insuficiente porque no representa ni el uno por ciento
del total. «No dignificaría esto ni siquiera con el término de
retirada parcial», valoró el portavoz de la OTAN, Jamie Shea.
Si fuera verdad sería una buena noticia porque habría 250 menos quemando pueblos, expulsando a la población civil y atacando a los desplazados pero, al mismo tiempo, representa menos de la mitad del uno por ciento de lo que las fuerzas serbias tienen en Kosovo», declaró Shea. Los bombardeos de la OTAN se concentraron ayer en las fuerzas de tierra desplegadas por el régimen serbio en Kosovo, concretamente en distintas puntos, entre ellos, Prizren, Stimlje, Suva Reka y Junik. La OTAN responde al mensaje lanzado por Milosevic a sus tropas para hacer frente a la presión que está ejerciendo sobre ellos los ataques aliados asegurando que «todos estos sacrificios son innecesarios».