El líder moderado albano-kosovar, Ibrahim Rugova, dijo ayer en Roma que la «condición esencial» para que se solucione la crisis de Kosovo es la creación de una fuerza internacional de paz de la que formen parte efectivos de los países de la OTAN y de otra naciones.
Rugova afirmó también que hará todo lo posible para que los albano-kosovares que han tenido que abandonar su tierra regresen lo más pronto posible a sus hogares. En su primera declaración pública tras abandonar el pasado miércoles Yugoslavia y viajar a Roma «invitado» por el Gobierno italiano, Rugova, presidente de la Liga Democrática de Kosovo (LDK), dijo que es un «hombre de paz» y que está a favor «de la no violencia».
«Traigo un mensaje para el pueblo de Kosovo, para todos aquellos que han dejado sus casas. Estamos trabajando para que regresen lo más pronto posible. Para lograrlo hace falta una fuerza multinacional de paz», afirmó.
El dirigente moderado de los albano-kosovares subrayó que las tropas serbias deben abandonar Kosovo para que se puedan dar unas condiciones de seguridad para todos. Rugova pidió al Gobierno de Belgrado «que acepte la ayuda de la comunidad internacional para los kosovares y para ellos mismos», y subrayó que el conflicto en la provincia «no ha sido entre serbios y albaneses», que son mayoría, sino que aseguró que la represión ha sido obra «de las fuerzas militares serbias».