El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) manifestó ayer su preocupación por los relatos de los refugiados que dan cuenta de una posible matanza de grandes proporciones ocurrida ayer en Kosovo y de la cual serían responsables las fuerzas serbias.
Entre 100 y 200 hombres habrían sido asesinados por las fuerzas serbias en la región de Djakovica, según el conjunto de testimonios recogidos por ACNUR entre 2.476 refugiados "en su mayoría mujeres, niños y ancianos" que pasaron la frontera albanesa en Morina entre el martes y el miércoles.
«Nos ordenaron partir inmediatamente, amenazándonos con quemarnos en nuestras casas», relató una mujer refugiada a un delegado de ACNUR. Varios habitantes huyeron con sus tractores arrastrando remolques atestados de gente, que fue bloqueada inmediatamente por las fuerzas serbias, que hicieron salir a todos los hombres y adolescentes de más de quince años. Todos los refugiados declararon haber visto «montones de cadáveres» en varios poblados cerca de Diakovica. Ninguno de esos testimonios pudo confirmarse en fuentes independientes, destacó el portavoz de ACNUR, que decidió darlos a conocer por la coincidencia de los relatos.