Belgrado está dispuesto a aceptar el despliegue de una fuerza de la ONU en Kosovo, según declaró ayer el viceprimer ministro yugoslavo Vuk Draskovic, afirmando que el presidente Slobodan Milosevic y el emisario ruso Viktor Chernomirdin se pusieron de acuerdo al respecto. Draskovic aseguró que se trataba «de una posición común de Milosevic y Chernomirdin», expresada, según él, en una «declaración» publicada tras la visita el jueves del emisario ruso a Belgrado.
Esta postura ya fue explicada por Chernomirdin a su regreso a Moscú, recordó Draskovic. «La posición común de Milosevic y Chernomirdin (...) es que estamos dispuestos a aceptar una misión de la ONU, de fuerzas de las Naciones Unidas en Kosovo, bajo la autoridad de la ONU y con mandato del Consejo de Seguridad. Eso quiere decir que estamos muy próximos a un compromiso», dijo Draskovic.
Ninguna declaración aludiendo a un acuerdo de Belgrado sobre el despliegue de una fuerza internacional en Kosovo se publicó en Belgrado tras la visita de Chernomirdin. Draskovic, quien manifestó que se entrevistó con Milosevic la semana pasada, es el primer responsable yugoslavo en suscribir las afirmaciones del enviado especial del presidente ruso, Borís Yeltsin.
Al preguntársele si Milosevic está dispuesto a aceptar el despliegue de tropas extranjeras en Kosovo, Draskovic respondió: «Lo está y también tiene que estar dispuesto a acatar una resolución del Consejo de Seguridad» de la ONU.
Draskovic, en otro orden de cosas, afirmó que está dispuesto a llamar a los serbios a manifestarse contra Milosevic si es cierto que el presidente yugoslavo respalda la intervención del Ejército contra el canal de televisión privado Studio B, emisora próxima a Draskovic y que emitió la polémica entrevista. «Espero que Milosevic no apoye esto», dijo a la BBC. «Si lo hace, estoy dispuesto a enfrentarme con Milosevic, llenaremos las calles y nos manifestaremos contra esta decisión antidemocrática», agregó.