En una intervención ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, Robinson señaló que algunos de los refugiados que han llegado en los últimos días a Albania y Macedonia han sido testigos e incluso han logrado huir de ejecuciones sumarias, de las que han sido víctimas familias enteras. Un refugiado aseguró que encontró el cadáver de un amigo albanés decapitado y otros informaron de violaciones de mujeres y jóvenes albanesas en Kosovo, especialmente en Djakovica.
También indicó que han recibido informes del uso de civiles como escudos humanos por parte del Ejército serbio para prevenir ataques de la OTAN cerca de Urosevac, aunque señaló que continuarán entrevistando a posibles testigos para comprobar la veracidad de estas denuncias.
Igualmente destacó el «significativo número de civiles inocentes» que han sido asesinados en el curso de la acción militar y puso como ejemplo los 75 desplazados que murieron el pasado miércoles en un ataque aéreo, así como las denuncias del Gobierno de Macedonia sobre la muerte de 500 civiles como resultado de una acción aérea.