Un rearmado Ejército de Liberación de Kosovo (ELK-UCK) está librando desde hace unos días fuertes combates con las avanzadillas de las tropas del presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic. Algunos corresponsales en Albania hablan de más de 100.000 hombres en armas, que se están reclutando no sólo en la zona, sino también entre los núcleos de población albaneses de toda Europa y de América, concretamente en Italia y Francia. A la vista de la masacre a la que se está sometiendo a su pueblo estos milicianos se han ido directamente a la guerra y, bien, a través de las armas de la OTAN o del Ejército turco, se ha configurado un gran Ejército.
Más de 3.000 albaneses de Kosovo llegaron a Albania, procedentes de toda Europa, para luchar contra las fuerzas serbias, indicó ayer la máxima autoridad del principal puerto albanés. El ELK afirmó que varios miles de jóvenes kosovares que viven en Europa respondieron a su llamado del pasado 3 de abril para luchar contra las fuerzas serbias a lo largo de la frontera entre Albania y Yugoslavia.
Jóvenes albano-kosovares procedentes de varios países de Europa desembarcaron ayer, en el puerto de Durres para alistarse al ELK. A Durres, el principal puerto de Albania, situado a 50 kilómetros al sur de Tirana, llegó ayer una legión de jóvenes albaneses de Kosovo desde diversos rincones del continente en un barco procedente de Bari (Italia).
La escena se repite casi todos los días desde hace una semana, aunque cada vez son más, comentó un policía del agitado puerto, al que llega el grueso de la ayuda y de las fuerzas militares de la OTAN. Con la cabeza casi rapada y apenas equipaje, estos voluntarios, con edades comprendidas entre los 25 y los 35 años, aseguran que no les importa «morir por la independencia de Kosovo».