Mientras EEUU insiste en que las tropas de tierra no lucharán en Kosovo, el Pentágono está incrementando el envío de unidades y fuerzas militares en un intento de atajar la catástrofe humanitaria en los Balcanes.
El movimiento de la maquinaria militar del Pentágono incluye helicópteros «Apache» contra tanques, los soldados que acompañan a esos aparatos, aviones «invisibles» F-177 y el portaaviones «Theodore Roosevelt», con 75 aparatos a bordo (46 de combate), además de su grupo de escolta. El envío de este impresionante aparato militar es una muestra de la intensificación de la ofensiva militar aliada contra las fuerzas serbias y se produce en respuesta al cambio de escenario que ha provocado la oleada de cientos de miles de refugiados que huyen de Kosovo.
Por su parte la OTAN intensificó el pasado fin de semana sus ataques contra instalaciones estratégicas militares y civiles yugoslavas, cuya destrucción comienza a afectar la vida de la población. Según informaciones no oficiales, al menos cuatro personas murieron y otras 24 resultaron heridas, aunque todavía no hay ningún balance oficial de los últimos bombardeos aliados.
Tras bombardear hace dos noches los edificios de los Ministerios yugoslavo y serbio del Interior en el corazón de Belgrado, la Alianza alcanzó a las 04:30 de la madrugada de ayer una Academia de policía situada no lejos del centro de la capital serbia, según fuentes serbias.