La OTAN decidió ampliar el alcance de su ofensiva aérea contra Yugoslavia para atacar a las unidades serbias, después de haber lanzado ayer por cuarto día consecutivo una dura ofensiva antiaérea, con cazabombarderos y misiles que han impactado en importantes ciudades del país.
El secretario general de la OTAN, Javier Solana, dijo anoche que esta «fase dos» significa que los aviones aliados podrán atacar blancos móviles como carros de combate o unidades de tropas militares y policiales serbias responsables de la represión en Kosovo.
La decisión responde, por tanto, a la alarma que han generado entre los países aliados las noticias sobre atrocidades cometidas por las fuerzas serbias contra la población civil albano-kosovar. «He adoptado esta decisión con el apoyo de los Gobiernos aliados, que están determinados a poner fin a la violencia en Kosovo y evitar una mayor catástrofe humanitaria», afirmó Solana.
La OTAN comenzó ayer a plena luz del día sus ataques contra objetivos militares en Belgrado, la capital de Yugoslavia, comparada por las autoridades con la localidad española de Guernica como «símbolo de la resistencia» frente a la Alianza Atlántica.
Las sirenas de alarma se pusieron en funcionamiento en Belgrado y también en Pristina. Una decena de fuertes detonaciones se escucharon en varios puntos de Belgrado a lo largo de la tarde. Dos misiles «Tomahawk» fueron disparados a plena luz del día, desde sendos buques de guerra de Estados Unidos destacados en el mar Adriático.
Los bombardeos de la noche y madrugada del viernes al sábado, han sido los más duros de los primeros tres días de ataques aéreos. Los especialistas creen que los bombardeos han producido ya serios huecos en algunos núcleos de radares integrados en los sistemas de detección y alarma. Uno de los proyectiles dio en una planta de producción de combustible de cohetes, lo que provocó la alarma por las emanaciones. La población, a falta de máscaras de gas, se cubría la boca con toallas empapadas en agua. Unas 120 personas murieron y otras 40 resultaron heridas el viernes, por los ataques aéreos de la OTAN en Yugoslavia, anunció el ayer la embajada yugoslava en Moscú.
Milosevic: «No permitiremos la ocupación a ningún
precio»
El presidente de Yugoslavia, Slobodan Milosevic, reunido ayer con
altos cargos ucranianos, afirmó que su país seguirá resistiendo a
la «ocupación» de la OTAN, que ataca objetivos yugoslavos por
cuarto día consecutivo. «Los ciudadanos de Yugoslavia son unánimes
en su determinación de no permitir a ningún precio la ocupación del
país», afirmó Milosevic.