Ante la negativa de los serbios a aceptar el plan de la comunidad internacional, firmado el jueves por los albano-kosovares, los ministros de Asuntos Exteriores de Francia, Hubert Vedrine, y del Reino Unido, Robin Cook, copresidentes de la Conferencia, suspendieron las negociaciones y decidieron consultar con la OTAN una respuesta a la nueva situación.
«Emprenderemos de inmediato consultas con nuestros socios y aliados, a fin de estar preparados para actuar. Someteremos (la crisis) al secretario general de la OTAN», Javier Solana subrayan Cook y Vedrine en un comunicado e indican que «ya no tiene sentido continuar las negociaciones (...) Estas quedan aplazadas y sólo se reanudarán si la parte serbia expresa su adhesión a los acuerdos».
Ante la nueva fase que se abre en la crisis kosovar, la OTAN, preparada para una respuesta militar aunque aparentemente ésta no será inmediata, mantiene consultas y acusa a Belgrado de ser el «único responsable» del fracaso de las negociaciones. Según fuentes aliadas en Bruselas, los embajadores permanentes de la OTAN «constataron que entramos sin duda en un momento muy serio» y que la responsabilidad sobre la falta de una salida se debe «a la actuación absurda e incomprensiblemente obstinada» de Belgrado.
Aunque en la reunión del Consejo Atlántico no se plantearon fechas para que Yugoslavia firme el acuerdo, fuentes diplomáticas señalan el próximo miércoles como un posible plazo límite. El comandante de las tropas aliadas en Europa, general Wesley Clark, aseguró que el presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, está superando todos los límites respecto a Kosovo y que, si la OTAN lanza ataques aéreos, éstos serán «fuertes y efectivos».
La estrategia de Milosevic durante años ha sido «calcular cuánta actividad militar puede desarrollar sin provocar una intervención militar» de la Alianza, dijo Clark, quien no quiso dar detalles sobre una fecha o las modalidades de posibles bombardeos aéreos. Mientras, el senador estadounidense por Delaware, Joseph Biden aseguró que los bombardeos de la OTAN contra objetivos serbios en Kosovo comenzarán «muy pronto» ya que Milosevic «no dará marcha atrás».