Las demoledoras críticas del informe elaborado por cinco expertos independientes sobre la gestión de la Comisión, sorprendieron al Ejecutivo de la Unión Europea en la recta final de su mandato, que concluye a finales de diciembre. La actual Comisión, que reclama la paternidad del euro, considera que el informe del Comité de Sabios da al traste con ese y otros logros alcanzados en los más de cuatro años de gestión al frente del Gobierno de Bruselas.
El poderoso comisario de Competencia, Karel van Miert, sostuvo que el informe del Comité de Expertos que ha provocado la dimisión del Ejecutivo comunitario es «incorrecto e injusto» y contiene «afirmaciones gratuitas», porque «globalmente la Comisión ha trabajado bien». Emma Bonino, entre los miembros más carismáticos de la Comisión, responsable de Ayuda Humanitaria, aseguró que siente «una gran amargura» y que «los últimos meses han sido un calvario, considerando todo lo que hemos hecho por Europa».
El comisario español, Marcelino Oreja, señaló que ha quedado claro que «ha habido casos de mala administración, gestiones improcedentes, pero me parece peligroso intentar elevar a categoría lo que han sido casos, no anecdóticos, pero sí casos». En este sentido precisó que «parece que los expertos -alguien los ha llamado 'sabios'- han hablado de una serie de temas, pero se han olvidado de los esfuerzos que ha hecho esta Comisión para mejorar la gestión y de los grandes logros políticos».