Nuevos enfrentamientos se registraron ayer entre las fuerzas centralistas serbias y la guerrilla separatista albano-kosovar en el oeste de Kosovo, un día antes de la reanudación de la conferencia de paz en París. La tensión ha aumentado en Kosovo tras los dos atentados con bomba registrados el sábado, en los que siete personas resultaron muertas, y que nadie se ha atribuido todavía.
El centro informativo serbio señaló que en las aldeas de Dus y Svrhe, cerca de Klina, grupos de «terroristas» albaneses atacaron con morteros, lanzagranadas portátiles y armas automáticas a una unidad del Ejército de Yugoslavia y a la policía. Las fuerzas serbias y yugoslavas respondieron al fuego, y el enfrentamiento con los grupos del Ejército de Liberación de Kosovo (UCK), calificados de «terroristas» por los serbios, duró una hora, según el progubernamental «Media Centar».
La fuente señaló que cuatro atacantes uniformados del separatista UCK murieron en dichos enfrentamientos y que no hubo bajas entre los serbios.
Los combates tienen lugar a un día de la reanudación en París de la conferencia de paz sobre Kosovo entre los centralistas serbios y los independentistas albano-kosovares, patrocinada por la Unión Europea, Estados Unidos y Rusia. La primera fase de la conferencia fue interrumpida el pasado 23 de febrero en Rambouillet (Francia) sin que ninguna de las partes firmara el plan internacional de amplia autonomía para Kosovo, que sería supervisada por una fuerza multinacional.
Las autoridades serbias y yugoslavas siguen oponiéndose al despliegue de las tropas encabezadas por la OTAN en Kosovo, aunque aceptan conceder a los kosovares la amplia autonomía que la UE y EE UU exigen.