Société Générale y Paribas calificaron ayer de hostil la oferta pública de adquisición (OPA) lanzada ayer por sorpresa por el Banco Nacional de París (BNP) sobre ambas entidades que se encuentran en proceso de fusión. El propio Gobierno francés y el Banco de Francia han advertido que examinarán las consecuencias de la operación sobre el sector. El presidente de BNP, Michel Pebereau, justificó la OPA porque la entrada en vigor del euro la había hecho «urgente» y puntualizó que no pretende controlar a las otras dos entidades, sino asociarse con ellas para crear un gigante bancario mundial.
«Esta operación no puede ser presentada como amistosa», declararon André Lévy-Lang, presidente de Paribas, y Daniel Bouton, presidente y director general de Société Générale. «Fuimos informados de las ofertas de BNP en la noche del martes a las 20.30 durante una reunión del Comité de Integración y de Sinergias de SG Paribas», la nueva entidad que debe nacer de la fusión de ambos bancos.
«En ningún momento desde el 1 de febrero de 1999 se ha hablado de una fusión a tres con BNP. Por ello nunca ha sido estudiada bajo el ángulo de sus consecuencias económicas y humanas», precisaron los dos bancos en un comunicado conjunto. Sin embargo, antes de tomar la decisión de fusionarse, Société Générale y Paribas habían estudiado la opción de un acercamiento a BNP cada uno por su lado, una opción que se descartó, según los dos presidentes, que sin embargo afirmaron que, cuando conozcan los datos de la oferta de BNP, reunirán a los consejos de las dos entidades.