«El primer ministro griego, Costas Simitis, solicitó las dimisiones de los tres ministros, que fueron presentadas», explicó un portavoz del Ejecutivo antes de anunciar una investigación sobre las circunstancias en las que Ocalan fue capturado por las fuerzas turcas tras abandonar la embajada griega en Nairobi.
Esa detención ha enfurecido desde el martes a las comunidades kurdas en Europa y ha provocado protestas y asaltos a las sedes diplomáticas griegas en diversos países, así como a legaciones de Kenia, Israel y oficinas de las Naciones Unidas en varias capitales.
El líder rebelde kurdo está siendo interrogado en la isla turca de Imrali, en el mar de Mármara, por un equipo de investigadores del Estado Mayor de los servicios de inteligencia, tres días después de su captura.
Los interrogatorios, según la legislación turca, pueden extenderse durante diez días, período tras el cual Ocalan tendría que comparecer por primera vez ante el tribunal de seguridad estatal. Las autoridades turcas han anunciado que el juicio contra Ocalan se organizaría en la isla-prisión de Imrali de la que, por razones de extrema seguridad, han sido evacuados todos los presos. Se prevé que Ocalan será acusado de «traición» y «separatismo» y será responsabilizado de la muerte de más de 30.000 personas durante los quince años de lucha independentista de su PKK, actos por los que se solicitará la pena capital, todavía vigente en Turquía.