El Senado de Estados Unidos puede terminar hoy el juicio político contra el presidente Bill Clinton, aunque aún tiene pendiente la asignatura de considerar una resolución de censura. Por segundo día consecutivo, los senadores deliberaron a puerta cerrada sobre los cargos de perjurio y obstrucción de la justicia que pesan contra Clinton, aunque no es ningún secreto que al final el presidente será absuelto.
Los senadores han emprendido una carrera contrarreloj para tratar de cumplir con la meta de terminar hoy un juicio político que ha durado seis semanas. Trent Lott, el líder de la mayoría republicana del Senado, dijo a sus colegas que quiere celebrar las votaciones finales el jueves a las cinco de la tarde, hora local (las 23.00 horas en España).
Los republicanos aceptan que la denuncia de perjurio no conseguirá ni siquiera la mitad de los votos del Senado y no se descarta que lo mismo ocurra con el cargo de obstrucción de la justicia. La Constitución estadounidense requiere dos tercios del Senado para destituir a un presidente del país, lo que nunca ha ocurrido, ya que en la primera ocasión, en 1868, el presidente Andrew Johnson logró quedarse en la Casa Blanca por un solo voto.