Naciones Unidas decidió ayer retirar a su personal humanitario estadounidense y británico en Irak, después de que Bagdad declarara que no podía garantizar su seguridad, según anunció ayer su portavoz, Fred Eckhard.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan «aceptó la recomendación» en este sentido, del jefe del programa humanitario, Benon Sevan, que también es coordinador de Seguridad, informó Eckhard.
El 4 de enero, Bagdad solicitó la partida del personal anglo-estadounidense de la ONU de su territorio, asegurando que las autoridades no se comprometían a garantizar su seguridad desde los ataques de los pasados 16 a 19 de diciembre dirigidos por Estados Unidos y Reino Unido.
Eckhard subrayó que la decisión fue adoptada después de que Bagdad se negara a brindarles suficientes garantías de seguridad. El portavoz subrayó que «sólo dos ciudadanos estadounidenses», permanecen ahora en Irak. El resto del personal se ha ido retirando gradualmente desde que Bagdad hizo su anuncio a la ONU.
Se trata de un secretario del representante especial de la ONU, Prakash Shah, y de un jefe adjunto de una agencia de las Naciones Unidas, informó el portavoz sin más precisiones. Tras la «operación zorro del desierto», sólo permanecieron en Irak una docena de los 400 miembros del personal humanitario que trabajaba allí antes de los bombardeos.