La guerrilla separatista albanesa de Kosovo anunció ayer que acudirá a la conferencia de paz convocada para el próximo sábado en Rambouillet (Francia), cita sobre la que aún guarda silencio el régimen de Belgrado, presidido por Slobodan Milosevic.
El portavoz y miembro del «estado mayor» del Ejército de Liberación de Kosovo (UCK), Jakup Krasnici, afirmó que la guerrilla «definitivamente» irá a Rambouillet, aunque con sus propias propuestas. Según Krasnici, el UCK quiere negociar en Francia la imposición en Kosovo de un protectorado internacional por un período de tres años, tras el cual habría que celebrar un referéndum de autodeterminación.
Los albaneses suponen casi el 90% de la población de la
provincia serbia de Kosovo y el 20% del conjunto yugoslavo.
La autodeterminación no entra en el proyecto del Grupo de Contacto.
La conferencia de Rambouillet debe durar un máximo de dos semanas,
a partir del próximo día 6. El «estado mayor» del UCK tiene
previsto anunciar hoy la composición de la delegación que enviará a
Francia, de la que se excluyó ayer su representante político, Adem
Demaci.
Demaci, en rueda de prensa previa, había recomendado al «estado mayor» de la guerrilla independentista rechazar las negociaciones. Este histórico del nacionalismo albano-kosovar, que por sus ideas pasó media vida en las cárceles del comunista Tito, acusó al Grupo de Contacto de «obligar a los albano-kosovares a negociar con un régimen que ha incumplido» todas las demandas internacionales para la pacificación de Kosovo.