El Gobierno alemán roji-verde y la industria energética llegaron ayer a un primer acuerdo para desnuclearizar Alemania, al retirar el plazo del primero de enero del 2000 propuesto por la coalición para prohibir el reciclaje de combustible atómico en el extranjero. El canciller Gerhard Schroeder, que mantuvo ayer la primera sesión formal de conversaciones con la cúpula de las empresas de energía nuclear, anunció que su Gobierno no fijará ningún plazo concreto para acabar con el reciclaje de los combustibles nucleares.
Schroeder, al aceptar esa imposición de los industriales, rechazó las intransigentes propuestas del ministro de Medio Ambiente, Juergen Trittin, del Partido Verde, en coalición con los socialdemócratas, que trataba de fijar ese corto plazo de principios del próximo año para prohibir el reciclaje.
Portavoces de los Verdes afirmaron que «tomaban en cuenta lo acordado» y destacaron que en el tratado de coalición gubernamental se había fijado una línea completamente diferente a la adoptada ayer sobre el reciclaje del combustible atómico. Sin embargo, el ministro Trittin se distanció de la postura de su partido y afirmó que en las negociaciones para el consenso se alcanzaron varios «resultados satisfactorios», como fue que los industriales aceptasen la decisión política de abandonar la energía atómica de una forma gradual.