Estados Unidos, pese a su oposición inicial, sopesa la conveniencia de enviar tropas a Kosovo presionado por sus aliados europeos, que sólo contemplan la posibilidad de un ataque contra Yugoslavia si EEUU forma parte de una fuerza de pacificación posterior.
Estados Unidos, según ha declarado el secretario de Defensa, William Cohen, es reacio al envío de tropas a la región yugoslava de Kosovo, porque cree que podría dar lugar a una situación permanente, similar a lo ocurrido en Bosnia.
«Cualquier discusión seria sobre como resolver la situación de Kosovo a largo plazo debe explorar todas las opciones, incluida la participación de tropas estadounidenses en tierra», declaró un miembro del Consejo Nacional de Seguridad de EEUU, según cita ayer el diario «The Washington Post».
Para este alto cargo, «nuestros aliados (en Europa) son contrarios a apoyar un ataque aéreo contra los serbios sin una clara estrategia sobre lo que ocurrirá después sobre el terreno».
La posibilidad del envío de fuerzas militares de la OTAN a Kosovo, que se debate tanto en Europa como en EEUU, parece ser la única posibilidad de garantizar un alto el fuego.
Además serviría para presionar al presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, y a las tropas rebeldes kosovares a que negocien un acuerdo de autonomía política para esa provincia.