Al tiempo que la fiscal general del Tribunal Internacional permanecía en la frontera de Macedonia con Kosovo (Yugoslavia), la jueza de instrucción serbia Danica Marinkovic visitaba Racak (sur de Kosovo) y ordenaba el traslado a Pristina de los más de 40 cuerpos depositados en la mezquita local. «Los cadáveres han sido sacados de la mezquita en la que se encontraban y trasladados en vehículos especiales de la Policía a Pristina (capital kosovar) para ser entregados a expertos forenses», confirmó el portavoz de la misión de verificación en Kosovo de la Organización sobre la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), Jorgen Grunnet.
La magistrada Marinkovic había anunciado que trataría de entrar en Racak, después de que en los últimos dos días fracasaran sus intentos de alcanzar esa aldea, a 25 kilómetros al sur de Pristina, debido a que iba escoltada por la Policía.
También ayer la llegada de la jueza a Racak estuvo acompañada por incidentes armados, mientras que, según Grunnet, la Policía llevaba a cabo redadas en las aldeas cercanas, de mayoría albanesa.
Los observadores consideran que la llegada de Marinkovic a Racak antes de que lo hiciera la fiscal Arbour puede dificultar una investigación de la matanza por parte de expertos del Tribunal Internacional de Crímenes de Guerra en la antigua Yugoslavia.
Arbour expresó su indignación al no permitírsele entrar en territorio yugoslavo sin visado, lo que calificó de «bofetada en la cara» por parte de las autoridades serbias.