Los fiscales afirmaron ayer que Monica Lewinsky es una testigo de «mucha credibilidad» que puede corroborar en el Senado de Estados Unidos que el presidente Bill Clinton ha cometido perjurio y obstruido la justicia.
En el segundo día del juicio político contra Clinton, los fiscales del caso indicaron que el Senado se puede formar una clara opinión llamando a declarar a Lewinsky, a la secretaria del presidente, Betty Currie, y al abogado Vernon Jordan.
«Inviten también a testificar al presidente y juzguen ustedes», sostuvo el congresista por Florida Bill McCollum, uno de los 13 fiscales, todos miembros del Comité Judicial de la Cámara de Representantes. «Si creen a Lewinsky, y para mi tiene mucha credibilidad, el presidente obstruyó la justicia ... si creen a Lewinsky, el presidente cometió perjurio ante el Gran Jurado», dijo.
El Senado decidirá en la semana del 25 al 29 de enero si escucha testimonios de los principales protagonistas del escándalo Lewinsky, a lo que se oponen firmemente la Casa Blanca y los legisladores demócratas, el partido del presidente.
Por el momento, los fiscales no han aportado nada que no se supiera y todo apunta a que las posiciones de los cien senadores se mantienen como estaban al principio, especialmente los demócratas contrarios a la destitución.