La situación económica en Brasil arrastró ayer a la Bolsa de Nueva York en una fuerte caída durante toda la jornada que se tradujo al cierre en pérdidas superiores a los 220 puntos. Según cifras provisionales, el promedio del Dow Jones de Industriales retrocedió ayer 227'34 unidades, lo que significa un descenso del 2'43%. El nerviosismo del mercado, que pareció ignorar por completo las buenas cifras sobre inflación.
Las bolsas de valores de Sao Paulo y Río de Janeiro terminaron la volátil jornada de ayer con las bajadas más fuertes desde septiembre del año pasado. El mercado de Sao Paulo terminó la sesión con un desplome del 9'96%, mientras que la rueda de Río de Janeiro encajó pérdidas del 9%.
Una hora antes del cierre fue activado el sistema de «cortocircuito» en ambas plazas para impedir que las pérdidas superasen la barrera del 10%.
Por su parte, las bolsas europeas levantaban cabeza ayer tras la crisis brasileña que arrastró el miércoles a las principales plazas europeas, que registraron cuantiosas pérdidas. Aunque nerviosas y tensas, las principales plazas consiguieron reparar los daños causados el miércoles. La bolsa de París acabó con ganancias de un 0'97%. Fráncfort finalizó con pérdidas de un 1'59%, Londres cayó un 0'5% y Madrid cerró con una ganancia de menos de medio puntos.