Las bolsas europeas vivieron ayer una de las jornadas más negras de los últimos años al registrar retrocesos históricos, afectadas por la decisión de las autoridades brasileñas de devaluar de forma encubierta su divisa, el real. La medida adoptada ayer en el país latinoamericano, inmerso en una lucha política por la aplicación de un plan fiscal -cuyo cumplimiento condiciona las ayudas del Fondo Monetario Internacional-, creó una corriente de incertidumbre en todas las plazas mundiales, de la que no escapó Europa y, sobre todo, España. Además, el hecho de que los países latinoamericanos dependen en gran medida de la economía brasileña añadió pánico entre los inversores.
La mayor caída se registró en Madrid, le siguió Fráncfort con una bajada del 5'16%; y Milán, que también registró un retroceso histórico al bajar un 4'08%. Por su parte, la Bolsa de París cedió un 3'46%, y sus analistas calificaron la situación económica mundial de «preocupante» y precisaron que a la espera de una decisión del Grupo de los Siete (G-7) los mercados europeos, asiáticos y rusos se verán debilitados.
La Bolsa de Amsterdam suspendió temporalmente sus transacciones ayer por la tarde, después de que su índice general descendiera en más de un 5% desde su apertura. Al final cerró con una bajada de un 5'4%. En cuanto a la plaza financiera londinense descendió ayer un 3'04%. Poco antes de cerrar los mercados europeos el pánico fue desapareciendo y los índices bursátiles se recuperaron.