Las bolsas de valores de Fráncfort y París fueron la pasada semana las más favorecidas por los efectos positivos de la introducción del euro en los mercados financieros, ya que han concluido la primera semana del año con ganancias superiores al siete por ciento.
Pero estos mercados no fueron los únicos que se anotaron jugosas ganancias durante los primeros días de 1999, ya que todas las plazas europeas cerraron la semana con ascensos, aunque ligeramente inferiores.
En el caso de Madrid y Milán, que no pudieron aprovecharse de la corriente alcista instalada en todas las plazas mundiales el pasado miércoles, ya que cerraron por festivo, concluyeron la sesión del viernes con ganancias semanales en torno al seis por ciento.
En cuanto a la Bolsa de Londres, que el primer día de cotización del euro fue la única plaza europea que cerró con retrocesos, concluyó la semana con un avance del 4'46%. Aunque los inversores castigaron a la «City» en la sesión inaugural de la nueva moneda, por el hecho de no pertenecer a la Unión Económica y Monetaria, esta plaza logró recuperar posiciones en las sesiones siguientes.
Los analistas resaltaron las buenas perspectivas que presentan los mercados de valores europeos, ya que en sólo unos días el euro se ha convertido en moneda de reserva mundial, lo que favorecerá a las plazas financieras del viejo continente.