El enfrentamiento que mantuvieron ayer aviones de Estados Unidos e Irak apunta a una nueva escalada en los incidentes armados entre ambos países por las dos zonas de exclusión aérea sobre territorio iraquí. Cuatro aviones de Estados Unidos dispararon dos misiles aire-aire contra varios aviones iraquíes, cuyo número podría alcanzar una docena, que habían violado la zona de exclusión al sur de Irak en el incidente más grave desde la operación Zorro del Desierto.
Tras el breve incidente, los aviones de EE UU (dos cazas «F-14» y dos cazabombarderos «F-15») retornaron sin daños a sus puntos de partida, el portaaviones «Carl Vinson» y una base aérea de la zona. Uno de los aviones iraquíes aparentemente cayó a tierra, aunque no está claro si fue tocado por uno de los cohetes o sufrió problemas técnicos, informaron fuentes del Pentágono. «Estamos examinando los datos disponibles para conocer más detalles», dijo el portavoz del Pentágono, Ken Bacon.
El incidente de ayer, tras varias disputas verbales acerca de si los aviones iraquíes volarían en las dos zonas de exclusión, supone una escalada cualitativa después de los dos incidentes de la pasada semana. El lunes de la pasada semana, aviones de EE UU dispararon misiles contra una batería lanzamisiles en el norte de Irak que había abierto fuego contra ellos.
Sadam llama a los árabes a rebelarse contra los gobiernos que 'colaboran con el enemigo' El presidente iraquí, Sadam Husein, exhortó ayer a los pueblos árabes a que se «rebelen» contra sus gobernantes que «colaboran con los enemigos», en evidente alusión a EE UU y el Reino Unido. «Es hora que defendáis vuestra dignidad y vuestra tierra (...) vuestra voz será oída» por los gobernantes árabes, dijo, en una insólita comparecencia ante las cámaras de la televisión.
«Rebelaos contra las potencias extranjeras, contra sus agresiones y ahuyentadles. Expulsad a la injusticia y a sus perpetradores», reclamó. «Vengad vuestra dignidad, vuestros santos lugares, vuestra seguridad, intereses y nobles valores». Sadam, quien hizo mención explícita de Arabia Saudí, sostuvo que es «el deber de la nación (árabe) rebelar contra ellos para devolverles al buen camino».