Violentos combates oponían ayer a las fuerzas de seguridad serbias a los separatistas albaneses en el norte de Kosovo, después de una calma relativa el sábado. Verificadores de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) presentes en la zona de Podujevo confirmaron un intercambio de «disparos de armas pesadas y automáticas «entre los contendientes».
A la entrada del pueblo de Obrandza, situado a unos 10 kilómetros al este de la ciudad de Podujevo, policías serbios apoyados por un vehículo blindado estaban en posición de combate, en tanto ráfagas de armas automáticas se escuchaban en el sector. Un policía anunció «violentos combates» en Obrandza, donde un serbio murió el sábado.
El Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) reivindicó el asesinato de ese serbio a través de uno de sus comandantes citado ayer por un periódico albanés de Pristina (capital de Kosovo). En la carretera entre Podujevo y Obrandza, se observó que un tanque de las fuerzas gubernamentales se dirigía hacia ese último pueblo.
Según el Centro de Información albanés (CIB), las fuerzas gubernamentales habían lanzado el jueves pasado en esta región una operación de envergadura contra el pueblo de Lapastica, uno de los bastiones del ELK. El CIB indicó que 15 albaneses murieron desde el jueves pasado en la región de Podujevo.