El ministerio británico de Defensa respondió a las amenazas de Bagdad sobre una posible respuesta bélica a los cazas extranjeros, y anunció que los pilotos británicos que sobrevuelan Irak usarán sus armas si son amenazados por la defensa antiaérea iraquí, precisando sin embargo que ningún avión de la Royal Air Force (RAF) había disparado en Irak desde el fin de los ataques norteamericano-británicos, contrariamente a lo que había anunciado Bagdad.
Una semana después del fin de la operación Zorro del Desierto, el Ejército iraquí aseguró, el sábado, que su defensa antiaérea respondió a un «ataque» de aviones enemigos contra un emplazamiento de defensa antiaérea. Fuentes militares británicas aclararon que la tripulación de un Tornado de la RAF, que ingresaba en la zona de exclusión aérea, vio disparos de la defensa antiaérea iraquí, pero en un lugar muy lejano para que se tratara de un ataque contra él.
El incidente tuvo lugar en la zona de exclusión aérea en el sur de Irak, instaurada tras la guerra del Golfo para proteger, según los aliados, a las poblaciones chiítas de los bombardeos de la aviación iraquí. Francia ha suspendido su participación desde los ataques lanzados el pasado 16 de diciembre en el marco de la operación Zorro del Desierto.
Irak nunca reconoció esta zona de exclusión, que cubre más de la mitad de su territorio, desde el paralelo 33 (a unos 10 kilómetros de Bagdad) hasta el paralelo 36. Por otro lado, los aviones de combate norteamericanos que sobrevuelen las zonas de exclusión aérea iraquí en el norte y el sur de Irak responderán si los iraquíes los atacan, según dijo un portavoz militar estadounidense.