Irak pidió ayer a las Naciones Unidas que suspenda sus vuelos civiles al país «como medida de seguridad», tras la operación militar que llevaron a cabo Estados Unidos y el Reino Unido contra Irak la semana pasada.
Las autoridades iraquíes prohibieron con ese argumento el aterrizaje de un vuelo de la ONU que tenía previsto llegar ayer a la base de Habbaniya, 85 kilómetros al oeste de Bagdad, para trasladar a Amán a Prakash Shah, enviado personal para Irak del secretario general de la ONU, Kofi Annan.
Prakash Shah, que llevaba varias semanas en Irak y permaneció en el país durante la operación militar británico-estadounidense de la semana pasada, tuvo que viajar a Amán, Jordania, por carretera, dijeron las fuentes.
Desde la sede de las Naciones Unidas se expresó la esperanza de que la medida sea provisional. La ONU utiliza la base de Habbaniya para sus vuelos a Irak, y en la mayor parte de los casos son vuelos que salen a Bahrein o proceden de ese país, donde la ONU tiene una segunda base para sus operaciones en Irak.
Por otra parte, los ataques norteamericano-británicos de la semana pasada contra Irak provocaron más de 1.200 muertos y heridos, entre civiles y militares, incluyendo a altos oficiales de la guardia republicana y la guardia pretoriana, según señaló ayer el diario árabe «Asharq al-Awsat».