El turismo es es el principal motor de la economía balear. En los últimos años se ha puesto sobre la mesa el de la saturación turística. ¿Se debe reducir el turismo en Baleares? Esta es la pregunta que Ultima Hora ha lanzado a los principales partidos políticos que concurren a las elecciones el próximo 28 de mayo.
El PSIB-PSOE consideran que «este Govern es el único que ha dado pasos en ese sentido, con una ley pionera que introduce los mecanismos para reducir el número de plazas turísticas. No necesitamos más plazas, y ahí están los resultados: con menos visitantes tenemos un récord histórico de facturación, ingresos, rentabilidad y empleo». El PP tiene claro «no» sobran turistas en Baleares y añade que «aquellos que hablan de decrecimiento turístico deben decir a cuántos puestos de trabajo, a cuántas oportunidades y a cuánto bienestar habría que renunciar para ello».
Unidas Podemos sostiene que «debemos hacer una apuesta clara por el decrecimiento turístico. No lo decimos nosotras, lo dicen cada vez más los sectores afectados. Incluso el sector hotelero ve que para poder mantener el estado de bienestar de las Islas, es necesario apostar por la calidad y no por la cantidad. Debemos huir de la masificación. Más turistas no significa más riqueza».
Ciudadanos asegura que «no hay por qué reducirlo» y explica que es posible con «un esfuerzo en la gestión de flujos, el gran desafío, que de momento no se ha abordado satisfactoriamente por parte del Govern. Impulsaremos la digitalización del turismo implantando sistemas que ayuden a descongestionar las áreas más concurridas en temporada alta». La formación naranja asegura que «nuestros visitantes favorecen la prosperidad del Archipiélago y no es ético el rechazo, a veces irracional, y los prejuicios contra el turista que visita nuestras islas. Nosotros rechazamos los mensajes «turismofóbicos».
Més per Mallorca aboga por «seguir impulsando el decrecimiento turístico y avanzar hacia la diversificación económica. No podemos depender de un solo sector económico que además es tan inestable y no reparte la riqueza».
Vox asevera que «no hay que prohibir ni limitar la llegada de turistas, lo que hay que hacer es gestionar correctamente los flujos turísticos. Todos esos que hablan de decrecimiento turístico están apostando por el empobrecimiento de la población. Este partido insiste en que «el turismo es nuestro principal motor económico y hay que cuidarlo». Su propuesta es potenciar otros tipos de turismo, alternativos al sol y playa: cinegético, gastronómico, cultural, etc.
El PI es partidario de «bajar la saturación turística a través del cambio de uso de hoteles obsoletos y de baja calidad a vivienda, centros de salud y edificios administrativos».
¿Es necesario dejar de hacer promoción turística?
El PSIB-PSOE argumenta que «si queremos elegir qué tipo de turista queremos, qué queremos que hagan y dónde queremos que lo hagan, lo tenemos que hacer con promoción turística». El PP defiende que «la promoción turística debe seguir haciéndose para posicionar a Baleares como un destino para todo el año, para avanzar hacia la desestacionalización y como un destino de turismo cultural, deportivo y gastronómico para atraer un turismo de mayor calidad».
Por el contrario, Unidas Podemos asegura que «sí, es necesario. Baleares no necesita más promoción turística. De hecho, la próxima legislatura queremos reconvertir la Agencia de Estrategia Turística de las Illes Balears en una empresa pública que impulse proyectos para diversificar la economía».
Ciudadanos sí apuesta por la promoción turística porque « Baleares debe presentar al mundo una oferta de calidad, excelencia y alto valor añadido. Impulsaremos la diversificación de la oferta turística: gastronomía, deporte, shopping, cultura, historia, actividades rurales, senderismo, así como con el turismo MICE (Meetings, Incentivos, Congresos y Eventos)».
Més per Mallorca apuesta por «abandonar totalmente la promoción turística pública por parte del Govern. Además, el Consell debe sustituirla y reorientar su actividad para la sostenibilidad del sector con dos objetivos: decrecimiento y diversificación; y en este sentido realizar campañas de concienciación de protección del territorio dirigidas a los visitantes».
Vox tiene claro que debe haber «promoción a tope». El PI también es partidario de la promoción turística porque «es fundamental para orientar nuestro producto y avanzar en calidad, desestacionalizar la oferta y alargar la temporada turística».
¿Mantendrán el impuesto de turismo sostenible?
El PSIB-PSOE tiene claro que «es una herramienta esencial para afrontar mejor y solucionar las externalidades provocadas por el turismo. Es una apuesta de este Govern desde 2016». El PP expone que «está aceptado tanto por el sector, como por los visitantes, que también lo pagan en otros países de nuestro entorno, y que lo que hay que hacer es destinarlo a aquello que se le dice a los turistas que se destina, que es al medio ambiente y a la modernización del sector turístico, no a conciertos o patinetes.
Unidas Podemos mantendrá el impuesto de turismo sostenible, pero lo reformulará «para que los turistas paguen un 5 % del coste de la pernoctación y no un coste fijo. También queremos que el 25 % se revierta en el sector primario porque es justo que reciba lo que merece de los ingresos procedentes del turismo, para que pueda sentarse como un actor más a decidir su redistribución».
Ciudadanos se compromete a «eliminar el impuesto que grava al turismo» porque afecta «al turista y al residente por el mero hecho de pernoctar en las Islas. El Govern ha desvirtuado y pervertido este impuesto que va a la caja única, que no es finalista y que sirve para cuadrar las cuentas públicas el tributo».
Més per Mallorca lo mantendrá y lo incrementará un 60 %. «La mitad de este aumento se destinará a comprar plazas obsoletas, eliminarlas del mercado y utilizar los espacios para el interés general. La otra mitad lo dedicaremos a financiar proyectos de investigación para avanzar hacia la diversificación económica y tener una economía más puntera y competitiva».
Vox se comprometen a eliminar el impuesto de turismo sostenible.
Por último, el PI lo mantendrá pero lo modificará para que «el 50 % de lo recaudado se quede en el municipio».