El presidente Sánchez se refirió este miércoles al alcalde y candidato socialista a Palma como Jose, el avispado (así, sin tilde en la e) y no fue el único elogio que dedicó a su gestión. Fue después de referirse a la clarividencia que tuvo al aprovechar los fondos europeos para proyectos relacionados con el transporte público, después de anunciar que muy pronto se aprobarán 185 millones para el tranvía y, después también, de referirse el jefe del ejecutivo a Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, en dos ocasiones. Nada es casual en los actos de campaña de los partidos.
El PSIB sabe lo que es la política municipal y como ésta puede arrastrar otros votos. Y sabe que, por lo que sea, hay gente que tiende a hacer de menos al alcalde, también en el propio PSIB. Lo cierto es que le llegó un empujón importante durante un mitin en clave de partido y pensado para movilizar a la militancia.
Los elogios a Armengol se le presuponían –dijo que siempre «pelea por los intereses de Balears»– pero donde el socialismo necesita no perder sin un voto (además de ganar otros nuevos) es en la capital balear. Y, a ser posible, de nuevos votantes y del público joven, que muchas veces se puede sentir atraído por el populismo de la extrema derecha y de la derecha y de quienes la necesitarán para gobernar. Quizá por eso Hila llamó «nuevo barrio joven de Palma» al que surgirá cuando estén listas las viviendas de protección oficial de Son Busquets.
Nadie da nada por seguro pero el alcalde, Catalina Cladera y Francina Armengol (Cati y Francina las llama Sánchez, igual que a Hila llama Jose) pero en sus intervenciones dejan claro que «salimos a ganar». Armengol tuvo un recuerdo para Antich, este miércoles ausente y afirmó que no estaría donde está sin él. La presidenta es alumna aventajada de Antich, igual que lo es de Joan March, este miércoles en primera en lugar preferente y que nunca niega una respuesta. «Nos vendrá justo, pero ganaremos», comentó este miércoles. Músculo si mostró el PSIB. Y ganas. Habrá que ver si basta.