Álex Valdivia (Palma, 1966) es el candidato sorpresa de Ciudadanos al Consell de Mallorca tras la espantada de Osvaldo Cifre a poco más de un mes de las elecciones. Estudió Económicas y Turismo en la UIB, un máster en Asuntos Europeos por la Universidad Libre de Bruselas, y otro en Políticas por la UOC. Ha residido en Estados Unidos, República Checa, Tanzania, Grecia, Bélgica y Alemania y habla seis idiomas. Hasta ahora ha sido un militante de base que no ha ocupado cargos. Estas elecciones marcan su entrada a la primera línea de la política.
¿Cómo valora las encuestas que les dejan fuera de la institución insular?
—Lo hago con optimismo. Los datos son los que son, no lo podemos negar, pero hay partido por delante. Vamos a luchar por el espacio en el que creemos, creemos en el voto y la campaña útil y no pensamos en estrategias. Eso es lo importante.
¿Qué queda de Ciudadanos después de estos cuatro años?
—Hay ausencias, en especial la de Joan Mesquida, que me devolvió la ilusión por la política activa, no lo puedo negar. Pero hay renovación y hemos aprendido de los errores del pasado, que los ha habido. Nos pueden criticar que hayamos metido la pata, pero no que hayamos metido la mano. Y eso nos diferencia de otros partidos, que no pueden decir lo mismo.
¿Hay un espacio para Ciudadanos en el Consell de Mallorca?
—Entre el 8 y el 10 por ciento de la población de Balears se considera liberal progresista. Por eso tenemos nuestro espacio. Hay tres opciones electorales: una que incluye al PSIB, a Més y a Unidas Podemos; otra la de PP y Vox; y una más de centro moderado como es Ciudadanos que intentará moderar la política, sea dentro o fuera del ejecutivo, acabando con la política de berrinches. broncas y trincheras. Lo importante no son las sillas, son las medidas que se tomen.
¿Qué nota le pondría a esta legislatura con Catalina Cladera al frente del Consell de Mallorca?
—Gobernar no es fácil. Desde una oposición fácil se puede criticar, pero no es mi estilo. El equipo de gobierno ha tenido aciertos, errores e indecisiones. Y quizá ha faltado valentía, y CS podría haber aportado algo más. Catalina Cladera no ha tenido los mejores socios de gobierno: el populismo y el nacionalismo no es lo mejor para los ciudadanos de Mallorca.
¿Cómo va a ser la campaña de C's al Consell insular?
—Una campaña en positivo, lanzando propuestas, huyendo del ruido, de la crítica fácil y buscando tender puentes, con los votantes y el resto de ciudadanos.
¿Cuál es su máxima prioridad?
—Centrar la labor del Consell, y de la administración en general, priorizar la gestión y dejar de lado de una vez por todas la pequeña política. A los ciudadanos no le preocupa que una medida sea de izquierdas o derechas, solo que sea eficaz y alcance sus objetivos.
La movilidad ha sido uno de los temas más recurrentes durante la legislatura que ya finaliza, ¿cuáles son sus propuestas para poner freno a este problema?
—Apostamos por un bus de transporte rápido eléctrico, que funciona en ciudades tan diferentes como Helsinki, Goteborg o Barcelona, con su propia infraestructura, que utilice tramo, como el Camí de Son Fangos, que ahora está infrautilizado. Así dejamos de lado el proyecto del tranvía, que tiene un coste desorbitado y podemos dedicar ese dinero a mejores cosas. También abogamos por la implantación de la viñeta austríaca, un adhesivo que se coloca en el coche, y se trata del cobro de un peaje para todo aquel vehículo que no pague el impuesto de circulación en nuestra Comunitat.
¿Eliminarán la limitación a 80 km. h en la Vía de cintura?
—Creemos que lo que hay que hacer es adaptarla a la densidad de circulación, a poder mantener la distancia de seguridad entre vehículos