Aunque todo apunta a que la formación de Miquel Oliver (Més-Esquerra) será la lista más votada, al igual que ocurrió hace cuatro años, la configuración del nuevo gobierno, que pasará por un pacto postelectoral, no está tan clara.
Oliver consiguió convertirse en alcalde en 2019 gracias a un pacto con el PSOE y el único regidor de Podem, Carles Grimalt, que abandona la política activa. Entre las tres formaciones consiguieron la mayoría absoluta que daba una estabilidad al pacto que, a momentos, se ha tambaleado. Ahora, con las elecciones a la vuelta de la esquina, tanto el PSOE, encabezado por Núria Hinojosa, como Més-Esquerra han empezado una carrera de fondo para alcanzar la Alcaldía. También lo hace el PP encabezado por Maria Antònia Sansó.
Los partidos mayoritarios han apostado por la renovación en sus filas con la incorporación de caras nuevas que irrumpen en el panorama político por primera vez. Este es el caso, sobre todo de Més-Esquerra y PP, que han incorporado nuevos fichajes en los primeros puestos. Las caras nuevas también llegan de la mano del PI (con Marga Fons), Vox (con Esteban Sureda) y el nuevo partido local Nou Ordre (que está encabezado por Pedro Duran). En el caso del PI, Marga Fons, representa la renovación después de que los tres actuales regidores (Catalina Riera, Jaume Mut y Bel Febrer) abandonen la política local por desacuerdos con la cúpula de su partido. En el caso de Podem, Ramón Pérez coge el relevo de Grimalt con la intención de ser decisivo en el futuro gobierno.
Como representación de la costa, la incombustible coalición de AIPC-SyS vuelve a presentarse como una agrupación necesaria para formar el futuro pacto de gobierno. A diferencia de hace cuatro años, el partido está encabezado por Antònia Llodrà, que ha hecho bandera del abandono que ha sufrido Porto Cristo durante este mandato.
Quizás la intención de arrebatar votos a AIPC, los grupos mayoritarios han apostado por colocar a gente de Porto Cristo en lugares prioritarios de sus listas y arrebatar poder así a AIPC. Vox, que hace cuatro años se quedó a las puertas, intentará conseguir representación, al igual que Nou Ordre. Con este panorama, en Manacor todo es posible.