La jornada Economia i turisme davant moratòries i prohibicions, celebrada este viernes y organizada por la UIB, concluyó con la mesa redonda Turisme 2023-27: debat sobre limitacions i altres mesures polítiques, en la que participaron Jaume Alzamora (Més), Antoni Costa (PP), Antonio Gili (Vox) Alejandro López (Podemos), Antoni Salas (El PI) y Andreu Serra (PSIB). Ciudadanos no pudo acudir.
Jaume Alzamora (Més) señaló que «el modelo turístico que funciona desde hace años nos ha empobrecido y ha consumido y destruido un territorio frágil como el nuestro. Se ha generado riqueza, pero no se ha distribuido. Hemos tenido un modelo de más intensidad, más turistas y más trabajadores, pero poco cualificados y con salarios bajos. Por tanto, el turismo no es malo, lo es el modelo. Con 430.000 plazas en Mallorca, hay que decrecer ese número, pues desde el Decret Cladera las aumentamos en 120.000. Se trata de defender a la gente de aquí y a la que crea riqueza aquí».
Antoni Costa (PP) indicó que «la política turística debe descentralizarse por islas y municipios. Cada isla es diferente en sus parámetros de ordenación. Siempre hemos creído en los límites para el turismo, pero si son claros. Las bolsas de plazas son los límites, que se deben respetar y tener durabilidad, y no actuar a golpe de titular cortoplacista. Las decisiones deben ser a medio y largo plazo. Si no, se genera inseguridad jurídica a los agentes económicos y a los ciudadanos. Basta de parcheo. Apostamos por la calidad y la lucha contra el intrusismo y la oferta ilegal».
Antonio Gili (Vox) destacó que «llevamos ocho años con la izquierda atacando al turismo, que es nuestro principal motor económico. La izquierda potencia la turismofobia, la prohibición del turismo y nos quiere llevar a la ruina con el decrecimiento y la eliminación de plazas. Defendemos la desestacionalización pura y dura, que el sector primario pueda ejercer la oferta complementaria, la seguridad jurídica y la simplificación burocrática. Hay que potenciar otros sectores para no depender tanto del turismo en el futuro».
Alejandro López (Unidas Podemos) argumentó que «la economía debe estar al servicio de la gente y no al revés. El turismo es nuestro principal motor económico y da empleo a muchas familias. Sin embargo, hasta ahora, ha sido el único motor económico. Hay que explorar vías de diversificación económica como el conocimiento y la tecnología, las energías renovables o el sector primario, y revisar el modelo turístico para competir en calidad, no en cantidad. La cantidad supone presión sobre el territorio y afecta a la calidad del empleo. Se ha conseguido que el sector turístico compre más productos agroalimentarios de aquí».
Antoni Salas (El PI) se refirió «a los mensajes negativos relacionados con el turismo cuando hablamos de saturación, agua o vivienda. Somos la España saturada desde hace tiempo por la falta de visión estratégica del Estado, que tampoco reconoce el coste de la insularidad para nuestros empresarios. Hay que admitir todo lo bueno que ha aportado el turismo, pero incidiendo en la formación y la innovación. Así prestigiaremos el turismo para el empleo de los jóvenes y servir de palanca para otros sectores en la diversificación económica. Hay que garantizar la seguridad jurídica y revertir el Impost de Turisme Sostenible en los municipios».
Andreu Serra (PSIB) comentó que «el model turístico debe basarse en la calidad, la sostenibilidad y la circularidad, pero también debemos fijarnos en el modelo de turista, pues ahora el visitante es muy variado. No es como hace años. Los consells deben tener el poder de decisión en el turismo y potenciarlo como palanca de diversificación. Nunca habíamos tenido tanta planta hotelera abierta en febrero y marzo. Contra la oferta ilegal hemos puesto más inspectores, aplicamos la geolocalización de la misma y somos más rapidos en la tramitación de las sanciones».