Los dos partidos mayoritarios tienen un objetivo primordial si llegan a La Moncloa: salir de la crisis. Para conseguir esa meta proponen dos vías. La del PP se basa en recortar el gasto público innecesario, en «operar de vegetaciones a la Administración española y permitir que vuelva a haber iniciativa privada», una tarea similar a la que han llevado a cabo las autonomías 'populares' que requiere «mucho coraje» y «mucha valentía». Por el contrario, el PSOE pretende estimular la economía a través de la inversión, asociándose con Europa para poner en marcha «una especie de Plan Marshall» que garantice las prestaciones sociales y que no se centre sólo en «reducir el déficit».
«Hay que empezar a recortar, recortar y recortar el gasto público innecesario. Hay que operar de vegetaciones a la Administración española y permitir que vuelva a haber iniciativa privada». Es la base del programa del PP, señaló Esteban González Pons, vicesecretario de Comunicación del partido. A su juicio, la sociedad asiste a «un debate conformista y pesimista sobre el recorte del gasto público» porque «todo el mundo da por hecho que la economía no puede crecer».
«Nosotros apostamos por un crecimiento de la economía y, con ese crecimiento de la economía, incrementando la contratación de trabajadores desempleados, reducir el pago por prestación por desempleo total», declaró en la Cope. Para ello... «Hay que adaptar la Administración al tiempo que vivimos, sin tocar los gastos sociales». Existen «cosas superfluas» que se pueden dejar en manos de «la iniciativa privada», piensa el PP.
El 'popular' subrayó que no hay ningún «programa oculto», como dijo el PSOE, y que «no se va a tomar ninguna medida que no esté en el programa». Eso sí, las decisiones que se incluyan en él, se llevarán a cabo, lo que también implica que se reformará la negociación colectiva: «Hablaremos con los sindicatos y, si ellos no están de acuerdo, haremos la reforma que tenemos que hacer».
Esa será una tarea «ingente, enorme», que requerirá «mucha competencia, mucho coraje, mucha valentía, mucha moderación y también mucho diálogo y mucho entendimiento», afirmó Mariano Rajoy, candidato de la formación de Génova. Este considera que «es necesario un gobierno competente que sepa gestionar la economía», que es «un tema serio», sobre todo en este «momento histórico de muchas dificultades».
El aspirante a la Moncloa incidió en que, en estos últimos años, «no ha habido plan económico en España, ha sido la historia de las ocurrencias, las improvisaciones, decir una cosa y la contraria». Ahora, el país «necesita un plan que dé seguridad y marque un rumbo», además de «austeridad», sin situaciones «lamentables», como que «las administraciones no paguen a sus proveedores».
Rajoy apuesta por «un gobierno competente», con expertos al frente de cada cartera porque «no todo el mundo vale para las mismas cosas». «En el Gobierno no se pueden cometer frivolidades ni nombrar a gente porque tiene gracia o resulta más o menos simpático; hay que poner gente competente que se conozca los temas y tenga capacidad para tomar decisiones».
Ahora, la formación de Génova quiere «mirar al futuro» y pasar la página de las «mentiras» de los socialistas y sus «anuncios de brotes verdes», aprendiendo de sus errores. Es más, Rajoy piensa que «lo único bueno de la herencia» que deja el equipo de José Luis Rodríguez Zapatero» es que «el próximo Gobierno ya sabe lo que no tiene que hacer: lo que ha hecho el PSOE estos años». «Lo único que no le conviene a España es seguir con una gente que ha acreditado que no está a la altura».
Estímulo a través de la inversión
Los socialistas no quieren centrarse en «reducir el déficit», sino que apuestan por estimular la economía mediante la inversión. Para ello, buscarían el respaldo europeo: «La Unión Europea (UE) tiene capacidad para invertir dinero en el estímulo de la economía si tomara esa decisión», afirmó este jueves Elena Valenciano, directora de campaña electoral del partido de Ferraz, en TVE.
El PSOE busca «un gran plan», «una especie de Plan Marshall o algo parecido» con un plazo de ocho años, para que, por ejemplo, las inversiones que están previstas hasta 2030 «se hagan en menos tiempo». «Estamos muy empeñados en reducir el déficit europeo porque creemos que es la mejor manera de que la UE compita en el contexto internacional». Ferraz plantea combinar eso «con algunas inversiones que ayudaran a la economía europea a tirar para adelante».
Ramón Jáuregui, responsable de la Presidencia y candidato del PSOE al Congreso por Alava, considera que hay que aprovechar la campaña electoral, que iba a arrancar en la medianoche del viernes, para combatir el «pesimismo» ciudadano que está provocando la crisis. Aunque «las cosas no están fáciles», el socialista recordó que «el barco de la navegación española está a salvo».
El ministro hizo hincapié en que España es «un país con credibilidad y con solvencia» que «ha evitado catástrofes muy graves» y que tiene «más garantías de futuro que otros": «Estoy seguro de que España puede, pero puede hacerlo de maneras muy diferentes y sólo hay una manera de cohesión social y justicia social, que es la que representa el PSOE».
Rubalcaba sabe que lo tiene difícil
Alfredo Pérez Rubalcaba, candidato del PSOE, sabe que lo tiene difícil. Según afirmó en Marca TV, es más fácil que su equipo, el Real Madrid, gane al Barça que el hecho de que él gane a Rajoy... «No le quepa ninguna duda». El socialista explicó que, como todos los ciudadanos, el deporte «tendrá que ajustarse» y ser austero: «Habrá que revisar planes y sueldos».
Con sus afirmaciones confirmó la opinión de Miguel Arias Cañete, presidente del Comité Electoral Nacional del PP, que afirmó que la precampaña socialista «es la presentación de propuestas de un partido que sabe que va a perder las elecciones». El 'popular' cree que la precampaña «es muy poco meditada» y que «busca el voto más radical de la izquierda».
Además, Arias Cañete sostuvo en Telemadrid que Rubalcaba «tendría que hacer un examen de conciencia» porque, cada vez que el PP llega a un ayuntamiento o a una comunidad, descubre que «la deuda que se confiesa no tiene nada que ver con la realidad». En base a esto, agregó: «Espero que doña Elena Salgado ñministra de Economíaí haya hecho bien los deberes y que no haya sorpresas».