La búsqueda de una solución para el conflicto de Cataluña ha generado en el primer debate electoral de las elecciones generales del 10N una serie de enfrentamientos y reproches cruzados entre los partidos de la derecha, de estos con el PSOE y de las formaciones constitucionalistas principalmente con ERC.
El bloque inicial del debate electoral que ha acogido este viernes RTVE, dedicado a la situación territorial, lo ha copado completamente la crisis de Cataluña.
Los portavoces de los siete principales grupos parlamentarios han propuesto soluciones de diversa índole al conflicto catalán, marcado estos últimos días, a raíz de la sentencia del procés, por los disturbios en las calles y por el número de heridos, también entre los agentes de la Policía Nacional y de los Mossos.
Amnistía y multilateralismo, como ha pedido el portavoz de ERC, Gabriel Rufián; firmeza democrática, unidad y proporcionalidad, que es lo que ha propuesto la portavoz del PSOE, Adriana Lastra; o echar a Quim Torra y a Pedro Sánchez, exigencias en las que han coincidido las del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, y de Cs, Inés Arrimadas. Éstas han sido algunas de las medidas planteadas.
El artículo 116, que regula el estado de excepción, es lo que ha solicitado el portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros; y que la ciudadanía hable, que han sido las ofertas de Aitor Esteban (PNV) e Irene Montero (Unidas Podemos), han completado el capítulo de las propuestas. Pero el tono que ha predominado ha sido el del enfrentamiento.
Arrimadas y Álvarez de Toledo han intentado que Lastra dijera «cuántas naciones» hay en España, lo que no han logrado, y la diputada socialista y candidata por Asturias ha respondido con la acusación a ambas de que alimentan «las mentiras» y de que pretenden vivir del «conflicto» de Cataluña.
Las dos representantes del PP y de Cs han insinuado, además, que el presidente en funciones, Pedro Sánchez, pretende ceder la justicia a la Generalitat. Otra «mentira», ha replicado Lastra.
Rufián ha reprobado que algunos partidos, en alusión al PP y a Cs, quieran que «más de dos millones de personas en Cataluña dejen de pensar como piensan», o que otros, caso de Vox, ofrezcan «represión y cárcel».
Ha abogado por la creación de una mesa de diálogo multilateral, lo que Espinosa de los Monteros le ha reprochado al asegurar: «No se puede negociar con atracadores».
Precisamente el portavoz de Vox ha protagonizado una disputa con la del PP, a quien ha afeado que su partido no sea contundente en Cataluña. Álvarez de Toledo ha contestado con la exigencia de no mentir.
El objetivo de Álvarez de Toledo en este bloque del debate se ha centrado en el PSOE y el PSC, a los que ha considerado «el problema» de Cataluña y de España.
La portavoz socialista, en este punto, ha recordado que los socialistas apoyaron al PP y a Mariano Rajoy en su momento a pesar de que, entre otros hechos, «se les fugó el presidente» de la Generalitat, en referencia a Carles Puigdemont.
Irene Montero ha abogado por una solución basada en el diálogo y en la consulta a la ciudadanía, pero a su juicio, para abordar el debate de la crisis territorial, no sólo se puede tratar este conflicto, sino además la necesidad de dotar de servicios e inversiones a la España vaciada.
Rufián, en este bloque del espacio televisivo, ha hecho la siguiente afirmación: «La gente no come banderas».
Lo ha asegurado en respuesta a Lastra, quien previamente le había reprochado que abanderase siempre la independencia cuando había que pactar medidas sociales. Rufián ha dicho que eso es mentira.