La sentencia del procés y el conflicto en Cataluña están marcando la precampaña de las elecciones generales del próximo 10 de noviembre. Sin lugar a dudas, se trata de uno de los principales problemas que tiene España sobre la mesa. ¿Qué proponen hacer los principales partidos políticos para solucionarlo?
El PSOE apuesta por «un Estado de las Autonomías fuerte y cohesionado». En este sentido, los socialistas señalan que mejorarán «la colaboración institucional con todas las Comunidades Autónomas y abordaremos el conflicto de Cataluña impulsando el diálogo entre catalanes y también entre el Gobierno de España y la Generalitat de Cataluña, siempre dentro de la Constitución».
El PP se presenta a las elecciones con una batería de medidas para que no se vuelva a repetir lo sucedido en Cataluña. El presidente del PP balear, Biel Company, explica que si gobiernan en España «reformaremos la Ley del indulto para prohibirlos en casos de sedición o rebelión, recuperaremos la tipificación del referéndum ilegal en el Código Penal, que derogó el Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero en 2005 y reformaremos el Código Penal para recuperar el delito de rebelión impropio para dar respuesta a la proclamación de la independencia sin necesidad del uso de la violencia».
Además, prevén modificar el Código Penal para introducir el cumplimiento íntegro de las penas para condenados por rebelión y sedición; recuperarán las competencias en materia de administración penitenciaria,«que el PSOE transfirió en el año 1983 a Cataluña para garantizar el cumplimiento de las condenas» y modificarán la Ley de financiación de los partidos políticos para que los que tengan dirigentes condenados por rebelión o sedición no puedan recibir fondos públicos.
También modificarán «la Ley General Audiovisual para evitar propaganda a favor de la independencia desde televisiones y radios públicas», reforzarán la Alta Inspección Educativa «para evitar el adoctrinamiento a favor de la independencia en las aulas».
Ciudadanos considera que Quim Torra no puede seguir siendo el representante del Estado en Cataluña. «No hay bomberos pirómanos ni policías que atracan bancos. Por eso, pedimos al Gobierno que aplique ya el artículo 155 y destituya al presidente de la Generalitat» y le ofrecen su apoyo.
Desde la formación naranja aseguran que «lo tenemos claro. Desgraciadamente, esta película ya la hemos visto. Lo vimos con Rajoy, que no quiso ni pudo pararle los pies a los nacionalistas y acabó explotándole el Procés en la cara. También conocemos bien al nacionalismo, porque nuestro partido nació para combatirlo. Sabíamos lo que iba a pasar y sabemos lo que hay que hacer: aplicar el 155 y hacerlo juntos. Ahora vemos los grandes efectos del nacionalismo totalitario, pero los catalanes constitucionalistas llevan sufriéndolo desde hace muchas décadas, mientras PP y PSOE miraban para otro lado».
La candidata de Unidas Podemos por Baleares, Antònia Jover, sostiene que «el conflicto catalán no se arregla ni con palos, ni con prisión, ni judicializando el tema. Es necesario el diálogo y la negociación, que haya voluntad política y que todas las fuerzas políticas y sociales se sienten y busquen soluciones para Cataluña, para seducirles, para que quieran quedarse en España».
En su opinión, «es necesaria la voluntad política de todos los actores implicados, para construir un proceso de reconciliación que permita el diálogo y llegar a acuerdos. Además de dar voz a la ciudadanía en un referéndum pactado. Unidas Podemos defenderá un nuevo encaje de Cataluña en España y queremos que sigan formando parte de España».
El presidente de Vox en Baleares, Jorge Campos, considera que «ante un territorio sin control donde no se cumple la ley, lo primero en democracia es recuperar el control y restablecer el orden. En Cataluña, alentado por el gobierno de la Generalitat, se está produciendo una revuelta violenta que vulnera los derechos y libertades de los ciudadanos, pone en riesgo los servicios públicos y quiebra el orden público».
Campos cree que «hay que aplicar urgentemente el artículo 116 de la Constitución para declarar el estado de emergencia y así proteger a los ciudadanos frente a los violentos, a continuación, detener a Quim Torra como responsable de las acciones violentas. Aplicar el artículo 155 para suspender la autonomía catalana, cerrar TV3 como órgano al servicio de la sedición golpista e integrar a los mossos de escuadra constitucionalistas en la Policía Nacional y la Guardia Civil».
Vox propone, «una vez recuperado el orden democrático, entonces aplicar una política que restaure los lazos entre catalanes, y de éstos con el resto de españoles, que ha roto el separatismo. Una política de desintoxicación adoctrinadora nacionalista despojada del odio típico de esta ideología. Una política de concordia y unión entre ciudadanos que siempre hemos pertenecido al mismo país. Es trabajo de años», .
El candidato de Més Esquerra, Guillem Balboa, expone que «el conflicto catalán no es tanto territorial sino democrático, en el que se enfrentan dos posturas: por un lado, la de la intransigencia, la crispación y la represión; y, por otro, el diálogo, la capacidad de llegar a acuerdos y la soberanía ciudadana».
Balboa señala que «en democracia no se puede ser equidistante». Por ello, proponen, «por justicia y para establecer un clima propicio al entendimiento, la amnistía inmediata a todos los presos y exiliados políticos. A partir de aquí, la apertura de un diálogo entre los representantes del Estado en Cataluña, que debe culminar con la consulta a la ciudadanía catalana». Por últimos, «realizar los cambios legales y constitucionales necesarios para implementarla».
La candidata de Más País, Marisa Lucas, declara que «es incomprensible que una situación como esta nos pille sin gobierno y en medio de una campaña electoral. Es de una irresponsabilidad tremenda, porque la situación que se vive hoy en Cataluña era previsible hace meses. Los partidos deben dejar de pensar solo en cálculos electorales para el 10N y ponerse a dialogar pensando en el bienestar del país».
Lucas explica que «hemos propuesto una mesa de diálogo permanente entre formaciones políticas catalanas y del resto de España. Los jueces han hecho su trabajo, los policías han hecho su trabajo, ahora toca a la política útil hacer su trabajo. Queremos un país normal en el que nos podamos sentar a hablar aunque pensemos diferente, es la única salida, y hay una España sensata que lo sabe. Recuperar el diálogo entre instituciones es el primer paso: ¿cómo se puede llamar a los ciudadanos a la calma cuando los representantes no se cogen el teléfono?».