Si el caballo es una de las señas de identidad inequívocas que forman parte del paisaje de Menorca, la cultura y el deporte lo han acabado de convertir en el protagonista principal de muchas de las actividades que se realizan durante el año. Buena muestra de ello son las tradicionales carreras al trote o carreras de trotones, que semana tras semana, congregan a aficionados locales y turistas en el Hipódromo Municipal de Maó, donde la Sociedad Hípica Amigos del Noble Bruto (SHANB) se encarga de dar vida a una instalación con cinco décadas de historia. La junta actual, presidida por Carmen Pons Villalonga, ha conseguido mantener vivo el legado recibido por sus predecesores así como el interés por este deporte equino, convirtiéndose en el tercer recinto más activo de España de los siete que actualmente operan dentro de la Federación Balear de Trote. Un día en las carreras para todos los públicos que este fin de semana ha venido aderezado por una nueva edición del concurso de elegancia Hats & Horses.
ORÍGENES. Si bien el Hipódromo Municipal de Maó abrió sus puertas el 9 de septiembre de 1973, las carreras al trote en la ciudad se empezaron a organizar en el Estadio Mahonés desde 1930 cuando fue inaugurado. De hecho, la construcción del nuevo recinto llegó como consecuencia de la imposibilidad de seguir desarrollando las reuniones hípicas en su espacio original, ante el riesgo probable de transmisión de tétanos por parte de los caballos en el mismo lugar donde se jugaba a fútbol. Desde los años 30 y hasta inicios de los años 70, el campo de juego del Club Deportivo Menorca hizo las veces de epicentro del trote mahonés donde gracias a la Sociedad Hípica de Amigos del Noble Bruto, fundada el 27 de noviembre de 1935, fue contribuyendo a consolidar en todos los municipios de la isla este deporte de reyes nacido en Inglaterra durante el siglo XVIII. El presidente de la SHANB en aquellos momentos, Juan Vidal Bendito fue el principal impulsor de la construcción del recinto que por mediación del entonces alcalde de Maó, Rafael Timoner, se acabó llevando a cabo en unos terrenos de propiedad municipal ubicados en la carretera de Maó a Sant Lluís. Una pista de 630 metros, una tribuna con capacidad para 900 espectadores y 17 cuadras iniciales fueran la carta de presentación con la que inició su singladura hasta nuestros días.
Con el paso de los años y la dedicación incansable de las sucesivas juntas, donde han sobresalido otros presidentes como Rafael Tudurí, Toni Catchot o más recientemente Toni Roca, fueron mejorando las instalaciones con la ampliación del número de cuadras hasta llegar al centenar actual, servicio de duchas para equinos u otros hitos como la instalación de una potente iluminación para poder llevar a cabo carreras nocturnas. De hecho, la junta de la presidenta actual, Carmen Pons, que se incorporó en 2018, se ha encargado de reactivarlas tras la pandemia en las noches de los viernes de verano, consiguiendo atraer un gran número de aficionados locales y sobre todo, turistas británicos y franceses. El restaurante del Hipódromo Municipal también se ha convertido estos últimos años, en punto de encuentro que sirve para dinamizar el espacio. La SHNAB cuenta con unos 200 socios, todos ellos propietarios de caballos. Tienen integrado un Club de Damas y un Club de Mini Trote.
TROTONES. La gran afición que existe por el deporte del trote en Balears no tiene otro igual en nuestro país y de hecho, de los seis hipódromos que hay en España dedicados a las carreras de trotones, cinco se encuentran en nuestras Islas. Mallorca acoge los de Son Pardo y Manacor, Eivissa el de Sant Rafel, y Menorca cuenta con dos, Torre del Ram en Ciutadella y el Hipódromo Municipal en Maó, con prácticamente 300 carreras al año y 80.000 euros en premios. Tal y como explican los entendidos del mundo del caballo, la dificultad más grande en las competiciones de trotones empieza en el adiestramiento, ya que si bien para ganar velocidad el caballo tiende a galopar, se le tiene que entrenar para que pierda el hábito natural y lo haga trotando. Un movimiento que llevará a cabo mientras tira de una carro muy ligero que llaman sulky, sobre el que va situado el jockey. «Existen dos modalides, la de trote montado, en el que el jinete va encima del caballo y no hay carro, y el trote enganchado, que es el más habitual en las carreras», explica la presidenta de SHNAB.
ACTIVIDADES. Si una cualidad tiene la entidad organizadora es la constancia, y es que en el Municipal de Maó se organizan durante todo el año carreras que en invierno, tienen lugar los domingos a partir de las diez de la mañana y cuando llega el calor veraniego, se trasladan a los viernes pero en horario nocturno. «La posibilidad de apostar por un ganador, también es un aliciente para el público», añade Carmen Pons. Otra de las actividades destacadas en pista son las carreras de minitrote con ponis, una oportunidad para los más jóvenes ya que a los seis años ya se pueden iniciar. «Actualmente contamos con una cantera joven de 20 niños y niñas entre las distintas categorías de aprendices a alevines», detalla la presidenta de la SHANB. Durante el año, el Hipódromo Municipal acoge diversas citas destacadas como el 1 de mayo, cuando celebran la fiesta de la Diada Hípica o en las fiestas patronales de la ciudad a principios del mes de septiembre. Otro de los eventos importantes en el calendario es el World Summer Cup, la principal competición internacional con ponis al trote enganchado que se organiza en Europa y en la que de manera regular, los jinetes menorquines acostumbran a participar. Este fin semana, el Hipódromo de Maó se ha vestido de largo para acoger la sexta edición de Hats & Horses, un evento que sigue el estilo más puro de las elegantes carreras inglesas de Ascot, donde se combina elegancia y competición en un ambiente distinguido y muy divertido.