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La vivienda y los extranjeros

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Cuando eres un político voluntarista te encanta buscar soluciones simples a problemas complejos. La verdad es que estoy asistiendo -aprovisionado de un buen cubo de palomitas- al debate sobre la limitación a la compra de viviendas por parte de no residentes, porque es una cuestión de primero de economía: si limito la demanda -a igual oferta- los precios disminuirán.

En este asunto existe una controversia entre el PSOE y el propio PSOE-PSIB pues no comparten la solución a un problema ante el que están (estamos) de acuerdo de que existe. En mi opinión, con buen criterio el Gobierno (central) entiende que el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea prohíbe las restricciones a los movimientos de capitales –sobre todo- entre Estados miembros y, además, con terceros países. Porque no nos engañemos, el problema lo tenemos principalmente con nuestros vecinos de Europa.

Ya no sorprende que el encarnizado debate haya comenzado antes de que, como comentaba la consellera de Presidencia, Mercedes Garrido, existe un grupo de trabajo desde diciembre para elaborar los estudios técnicos que avalen la propuesta. Vamos a ver… si existe un grupo de trabajo que va a acabar en alguna propuesta pues no hay noticia más allá de la propia existencia de ese equipo de expertos. Es decir, supongo que el informe no habrá empezado a escribirse desde las conclusiones.
En cualquier caso, el tema de los «estudios» siempre lo veo con cierto escepticismo puesto que siempre, como con las encuestas, se puede presionar un estudio… hasta que confiesa lo que es afín a nuestros intereses. Seguiremos comiendo palomitas hasta que se sepa algo más sobre el asunto.
Es evidente de que existe un problema de acceso a la vivienda, en propiedad y en alquiler –eso está claro– pero me temo que la solución no sea tan sencilla, como quieren vendernos, puesto que, aunque hubiera comenzado esta columna diciendo que esto es un problema de primero de carrera, las derivadas que implican una decisión de este tipo no son tan evidentes, sino más bien inciertas.
Es cierto que otros países lo vienen aplicando, creo que el último en apuntarse ha sido Canadá, pero en mi opinión esta solución no va a resolver ningún problema.

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