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Temporada desigual en las Pitiüses

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Tras dos meses oficiales de temporada turística, los datos reflejan que Eivissa está ya prácticamente a niveles prepandemia en concreto a 2019 que fue considerado un año récord, mientras que Formentera no acaba de despegar. La última encuesta de ocupación hotelera de la patronal Fehif pone de manifiesto que las Pitiüses en su conjunto cerraron junio con un 86,22% de las plazas hoteleras ocupadas, siendo Eivissa la isla que alcanzó mayor ocupación (87%) frente al 77,43% logrado en Formentera. En mayo, la mayor de las Pitiüses registró un 69,76% de ocupación frente al escueto 43% de Formentera. En el arrastre de temporada, la suma de las dos islas da un promedio de 76,55% de ocupación frente al 80,72% alcanzado en el arranque de la temporada de 2019, último año precovid y considerada una temporada récord tanto en Eivissa como en Formentera. Por islas, Eivissa alcanza un 78,24% en el arranque de temporada de este año frente al 60% obtenido por Formentera.

«Los datos en Eivissa son muy muy buenos; estamos hablando de unos datos del 80% de ocupación hotelera, que es muy similar a lo que teníamos antes del covid. Estos datos son muy relevantes y los tomamos con positividad, pero también con cautela», explica Juan Miguel Costa, director insular de Turismo de Eivissa, quien señala que no solo hay datos buenos en la ocupación de plazas hoteleras sino que también se registran en las viviendas vacacionales, donde «las ocupaciones están rondando entre el 80% y el 90%». Costa se muestra satisfecho con este inicio de temporada: «La recuperación ha sido incluso más rápida de lo que se esperaba. En estos dos años tocamos fondo y estamos creciendo en forma de ‘V', esto es un motivo de alegría».

Desde el Consell d'Eivissa manejaban el año 2023 como año de la recuperación de la «total normalidad», algo que ya se está registrando este año. «La marca Ibiza sigue siendo muy potente tanto a nivel nacional como internacional y somos el foco de atracción del turista final; la gente está respondiendo más de lo que teníamos previsto. Tenemos claro que Eivissa es uno de los destinos que primero se va a recuperar de esta crisis covid, sin duda. Es un destino muy deseado a nivel mundial», precisa el director insular de Turismo de Eivissa, quien define la presente temporada turística como «normal. Estamos regresando a la vida normal que tanto hemos echado de menos: volvemos a viajar, a comer en restaurantes, a abrazarnos, ir a discotecas y bares... ya no hablamos de viajeros, hablamos de gente que quiere vivir experiencias. Ves a la gente feliz, que viene a disfrutar Eivissa y la verdad es que es motivo para estar alegre y satisfecho».

LAS CLAVES. En esta recuperación turística y económica de la mayor de las Pitiüses se pueden analizar tres claves: la marca Ibiza, la proximidad y la diversificación del producto turístico. «Ibiza sigue siendo una marca muy potente a nivel mundial y esto arrastra a mucha gente. Además, somos un destino de proximidad ya que estamos muy cerca de las principales ciudades europeas y a nivel nacional, también es un destino cercano. Hay que destacar también la gran diversidad de producto turístico que ofrece la isla en un espacio tan pequeño; tenemos que sentirnos orgullosos de tener tanta variedad de producto turístico», precisa Costa.

A esto hay que añadir, además, que Eivissa está en el «pensamiento de aerolíneas, navieras y mayoristas. Esto es vital. La demanda es muy alta y esto favorece que las aerolíneas y navieras quieran trabajar aquí. A pesar de los problemas de personal y las limitaciones en aeropuertos europeos, los aviones vienen llenos». Sobre si hay algún sector o subsegmento en Eivissa que no se esté recuperando al mismo ritmo, el director insular de Turismo afirma que están «funcionando todos; siempre pasa que hay alguno más débil, pero en general las noticias son buenas y positivas por todos lados y la gente se está dedicando a trabajar, que es lo que hacía falta después de dos años muy complicados». En este sentido, desde CAEB Pitiüses sí que han percibido que el comercio «no acaba de despuntar; así como el resto de sectores más o menos van a remolque de la situación hotelera en el caso del comercio la situación no es tan clara», explica José Antonio Roselló, vicepresidente de CAEB Pitiüses. Roselló comparte la opinión de Costa al señalar que Eivissa está prácticamente igual que en 2019 en cuanto a afluencia de turistas, pero no hay que perder de vista la situación económica actual: «La percepción es bastante buena en cuanto a cifra de negocios, pero al mismo tiempo hay una creciente erosión en las cuentas de explotación en la medida en que los costes han aumentado mucho, sobre todo la energía».

Si bien en Eivissa las sensaciones y resultados son altamente positivos hasta el momento, la vuelta a la normalidad ha destapado algunas disfunciones o problemas, como la creciente falta de vivienda o la falta de personal. «La falta de personal sigue existiendo en el sector hotelero y turístico en general. En Eivissa se atribuye sobre todo al precio de la vivienda. Hay un problema de oferta y demanda y una de las bases de este problema de vivienda la tiene, precisamente, el Gobierno de España por la legislación restrictiva que tenemos que hace que la desconfianza sea máxima por parte de los propietarios», precisa Roselló, quien no obstante recuerda que la falta de personal es un problema que se está dando en todo el país: «Ha habido un cambio drástico con la pandemia de coronavirus y es un cúmulo de circunstancias que se da en toda Europa y hay que analizar con detalle y en profundidad las causas de esta creciente falta de personal».

A ello se suma que hay que saber canalizar y gestionar cuestiones como el exceso de vehículos que genera atascos en varios puntos de la isla, la falta de taxis constante que hay en Eivissa este verano a prácticamente todas horas y el pico de turistas que se genera cuando llegan cruceros «y causan enojo en los residentes. Los cruceros es el ejemplo paradigmático de que debemos mejorar porque son muy importantes para la economía, pero quizá se estén planteando mal». «Hay que plantearse cómo canalizar todo esto porque podríamos morir de éxito; esto significa que el destino no se tiene que volver antipático precisamente como consecuencia de la afluencia y es en este punto en el que hay que trabajar», precisa Roselló.

FORMENTERA. En Formentera, por el momento las sensaciones son agridulces. En este sentido, la comisión de ordenación y promoción turística se reunió para analizar los resultados obtenidos en estos dos meses de temporada y concluyeron que la temporada «de momento» es buena, aunque reconocieron que las expectativas del sector turístico de la pitiusa sur eran inicialmente mejores. Por esta razón, reforzarán la promoción turística de cara a finales de temporada y los meses más bajos de actividad. El presidente de los hoteleros de la pitiusa sur, Juan Manuel Costa, explicó que las cifras se sitúan dentro de la normalidad y que se están acercando a los niveles de prepandemia.

«Es cierto que tenemos un descenso de más del 5% en comparación con 2019 y, por tanto, no podemos decir que estemos igual que antes del coronavirus», admitió. Así, el mes de mayo acabó con un 43,27% de ocupación en Formentera y junio concluyó con un 77,44%. Para Costa, estos resultados se deben a diferentes factores, como el incremento de precios, aunque precisó que, en el caso de los hoteles, «tampoco ha sido desmesurado». Para José Antonio Roselló es llamativo que Formentera vaya «rezagada», sobre todo cuando en estos dos años de covid ha obtenido mejores resultados que Eivissa. «Formentera tiene dos problemas; el primero son los precios y la otra es que las restricciones a la movilidad en cuanto a entrada de coches también juegan su papel (este año se ha triplicado la tasa y el turista que quiera pasar a Formentera con su coche debe pagar una tasa diaria de 15 euros). Pienso que Formentera acabará poniéndose al día y alcanzará las cifras precovid, pero le costará un poco más. Esto no quiere decir que Formentera no tenga presión turística, todo lo contrario, lo que ocurre es que la isla también recibe muchos visitantes de un día. Por tanto, las cifras de ocupación hotelera son un poco engañosas porque no quiere decir que no haya actividad turística, sí que la hay».

En cuanto a los precios, no solo en Formentera han aumentado sino que también se han incrementado en Eivissa. «Sí que han aumentado. A día de hoy buscar habitaciones en Eivissa en julio y agosto supone un desembolso económico importante. Los precios están más hacia el alza que hacia la baja, pero sí que es cierto que en Eivissa tenemos una amplia variedad de alojamiento para todos los bolsillos y el abanico para elegir es muy amplio», concluye el director insular de Turismo de Eivissa.

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