Gerardo Cuerva (Granada, 1971) es el presidente de la Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa de España (CEPYME) y vicepresidente de la CEOE. Este viernes estará en Palma para participar como ponente en el V Foro El Económico, que se celebra en el Palacio de Congresos bajo el lema ‘La fuerza del diálogo'.
¿Qué aspectos de la reforma laboral cree que se deben derogar o modificar?
— Lo primero que tendría que hacer el Gobierno es explicar por qué quiere derogar la reforma laboral de 2012. Incluyó medidas de flexibilidad para las empresas que les ayudan a no cerrar en tiempos de crisis. Bruselas tampoco pide derogarla, al revés, la alaba y destaca que ayuda a la creación de empleo y a la resistencia de las empresas. Entonces, ¿por qué se quiere derogar? Y la respuesta es por motivos electoralistas y ahí es donde está el problema. Desde el punto de vista de la temporalidad, uno de los puntales que se negocia, hay que recordar que el empleo en España es mayoritariamente estable. La temporalidad responde a causas muy concretas y propias de la estructura de nuestro tejido productivo, con un alto protagonismo de actividades de carácter estacional. Aún así, trabajamos para buscar las mejores soluciones, porque creemos en el diálogo social y consensuar la solución siempre va a ser mejor que dejar que el Gobierno la apruebe de forma unilateral.
¿Cree que es el momento?
— Realmente nunca es el momento de caminar en dirección contraria a la que camina el resto de la UE. Además, ahora no es el momento para derogar la reforma laboral ni para adoptar medidas que dificulten y encarezcan la contratación y que lastren aún más la actividad de unas empresas que están empezando a salir, muy perjudicadas, de la crisis provocada por la pandemia.
¿Qué mecanismos se necesitan para una salida igualitaria de esta crisis?
— La medida que combate más la desigualdad es la creación de empleo y eso es lo que deberíamos favorecer. Políticas o medidas que lo entorpezcan incrementarán la desigualdad. Es esencial que en las recuperaciones se ayude a que las empresas creen empleo y salgan fuertes. Y, de forma paralela, no nos podemos olvidar de que España ha apostado por un estado de bienestar fuerte. Para mantenerlo es indispensable no cargarnos a las empresas, que lo sustentan.
¿Cómo se combate la precariedad laboral?
— Generando más empleo, algo que lograremos si impulsamos la actividad, dejamos crecer a nuestras empresas y las apoyamos. Desde CEPYME estamos muy preocupados por el crecimiento del tamaño de las empresas. Las empresas con más estructura tienen mejores condiciones de financiación, más inversión, son más competitivas y ofrecen empleos con más remuneración, pero en España impedimos el crecimiento con muchísimas cargas burocráticas, contables y fiscales que obstaculiza mucho que la empresa crezca en tamaño. También tenemos que dejar claro que la precariedad no es sinónimo de temporalidad. Es decir, ¿limitando los contratos temporales vamos a lograr más empleo?
¿Debe buscar Baleares una alternativa a su modelo económico que depende del turismo?
— Debemos de dejar de pensar que turismo es precariedad. En un estudio sobre crecimiento empresarial que va a presentar CEPYME próximamente, podemos ver que las empresas del sector de la hostelería son más productivas que nuestras homologas europeas. Es decir, el problema no es la hostelería, el problema ha sido la crisis del coronavirus. Nuestro país tiene un potencial económico enorme en el turismo, hemos evolucionado muchísimo en las últimas décadas proporcionando servicios de calidad. Y hacer del turismo un sector rentable, como lo es en la actualidad, no es negativo. Se pueden potenciar otros sectores, pero no sustituyendo las cosas buenas que tenemos. Los turistas no eligen Balears solo por las playas, hay playas donde resultaría más económico veranear, lo hacen porque tienen calidad.