Twitter es posiblemente una de las redes sociales que ha gozado de una gran “personalidad” propia. Eso es gracias a sus reglas del juego, entre las que podemos destacar la brevedad en los mensajes y la inmediatez a la hora de generar contenidos.
Las principales redes sociales ya llevan más de una década con nosotros, eso se dice pronto, pero dentro del mundo de internet ¡es una eternidad!
Es por eso que Facebook, Twitter, Instagram, YouTube, etc. no paran de realizar cambios y (supuestas) mejoras. Si su diseño y sus funcionalidades fueran siempre las mismas, los usuarios nos aburriríamos. Necesitamos los cambios, al igual que por ejemplo en casa podemos redecorar el salón o vamos a la peluquería a cambiar de look de vez en cuando.
Si además, al hecho de querer mantener la atención del usuario añadimos que Twitter se ha estancado en su crecimiento y que no aumentan de facturación, nos encontramos con lo que está pasando desde la reincorporación de Jack Dorsey como CEO de la compañía.
Entre otros cambios que se han producido, podemos encontrar que el antiguo favorito (estrella) se ha convertido en un me gusta (corazón), y que las imágenes, vídeos, GIF y menciones (en respuestas) ya no contabilizan como mensaje a la hora de redactar un tuit.
La última implementación son las pruebas que están haciendo en un pequeño grupo de usuarios para duplicar la limitación de caracteres, pasando así de 140 a 280.
Según explican fuentes internas, esto se debe a que no todos los idiomas necesitan el mismo espacio para expresar un mismo mensaje.
Recuerdo cuando Twitter era una red en la que todo era texto, te manejabas entre @ y # (antes de que los hashtags fueran tan conocidos) o incluso podías hacer retuits o mensajes directos escribiendo en el propio tuit RT o DM. Ahora, cada vez, es más un clon de Facebook.
¿Conseguirá Dorsey hacer crecer el número de usuarios?
¿Llegaremos a ver esta característica en todos los perfiles?