A vueltas con el producto local, el Consell Insular de Menorca a través de su departamento de promoción económica y comercio presentó hace unas semanas la feria Arrels, un gran escaparate promocional a favor del kilómetro cero que está previsto se celebre a finales del mes de abril y con el que pretende reunir lo mejor de la producción artesana y la cocina menorquina. Dos días de alfombra roja en el renovado recinto ferial de Maó por el que quiere que desfilen la miel, los caracoles, las setas, el gin, las hortalizas, los quesos, la sal de Fornells, los tesoros del fondo del mar, la salsa mahonesa, los embutidos y un largo etcétera de productos, acompañados por sus criadores, elaboradores y cocineros en una gran fiesta para la que se ha destinado un presupuesto superior a los 80.000 euros.
Bajo la batuta experimentada del equipo de Pep Palau y Jaume Von Arend, cerebros impulsores de eventos que gozan de prestigio dentro del sector como el Fórum Gastronómico de Barcelona, de Girona o de A Coruña, además de la Fira Orígens de Olot, en la que se ha inspirado la cita de Menorca, el Consell Insular pone toda la carne en el asador por este gran proyecto dirigido inicialmente a un público mayoritariamente local, aunque no esconde sus ganas de que trascienda más allá de los límites insulares. Una primera edición donde no parece que se persiga abarrotar el recinto de gorrones sino más bien llenarlo de visitantes interesados por el hecho gastronómico, que acaben convirtiéndose en consumidores y evangelizadores del producto local. Es verdad que todavía no nos podemos considerar un destino gastronómico, pero se entiende que todo este esfuerzo también lleva añadida un carga de desestacionalización adicional, ya que 29 y 30 de abril son fechas de temporada baja.
El área que dirige el conseller Miquel Company se la juega y en parte se nota que nos acercamos a la segunda mitad de la legislatura, donde es necesario apostar y arriesgarse. Si al proyecto de la Fira Arrels le añadimos que hace escasos días se rodaba el famoso programa televisivo de Masterchef en Salgar, prevista su emisión para el mes de junio, la carga de fuegos artificiales para el reclamo gastronómico está siendo de intensidad. Habrá que seguir de cerca si todos estos proyectos brotan y realmente acaban echando raíces con todo el abono que se les está destinando, o se quedan sin germinar. Lo que es seguro es que, promoción a parte, cada uno tendrá que poner de su parte para que realmente sea un éxito.