Parece que el rally de final de año está funcionando y las bolsas están despegando de un letargo que duraba casi un año.
El IBEX 35 está intentando volver a romper los 9.200 puntos, algo que durante este 2016 ha conseguido solo levemente. En caso de conseguirlo tendríamos un nuevo soporte (recordar que el nivel donde teníamos una resistencia, una vez consolidado, debería servir como soporte a las caídas). Su objetivo no puede ser muy ambicioso, ya que los 9.800 no están muy alejados.
El DAX alemán era de los pocos de Europa que habían conseguido salirse del lateral en que se movía todo el año. Ello no le ha impedido que también perfore una nueva resistencia, los 10.800-10.880. De esta forma ya hay dos soportes relativamente cercanos, ya que los 10.400 hay que tenerlos, también, en consideración. Aunque su objetivo podría ser ir a buscar sus anteriores máximos históricos (12.430) puede encontrarse dos frenos en 11.420 y en 10.850. Ninguno de ellos tiene, por sí solos, mucha potencia así que si consigue continuar con esta tendencia el freno sería muy puntual.
La señal de la semana pasada en EuroStoxx, confirmada en esta, es la más clara: rotura del lateral 2.950-3.100, punto en el que se encontraba también la directriz bajista de 2015 y la media de 200 sesiones semanales. Demasiados puntos a favor para que en caso de romperse supusiera una revalorización fuerte, como así ha sido. El siguiente objetivo, si respeta este nuevo soporte, estaría en 3.300 en primera instancia, pero con vistas a los 3.500.
El caso del CAC francés es similar pero menos claro: rotura de los 4.600; que también lo hiciera con los 4.690 sería una buena señal de consolidación. De ser así, los máximos de 2015 situados en 5.260 estarían muy al alcance.
Incluso el penalizado MIB italiano ha roto la resistencia que tenía en 18.150, aunque es una bolsa que hay que analizar con sumo cuidado debido a su situación actual.