Slack es una herramienta que nació hace poco más de dos años en Silicon Valley. Sus fundadores son Stewet Butterfield (co fundador de Flickr), Eric Costello, Cala Henderson y Sergei Mourachov.
Si preguntásemos cuál es la herramienta por excelencia para comunicarnos con nuestro equipo, salvo los early adopters (personas que rápidamente comienzan a usar nuevas apps, dispositivos, webs, etc.), la mayoría diría que el email, whatsapp, o incluso Facebook Groups.
Slack ha cobrado muchísima fuerza y en estos 24 meses ha conseguido ya 2,3 millones de usuarios. Está valorada actualmente en más de 2.760 millones de dólares. En los últimos meses ha recibido otro fondo de 80 millones de dólares para implementar aplicaciones de terceros.
¿Y en qué consiste? Se trata de una plataforma en la que puedes englobar toda la comunicación de un equipo. Se diferencia de las demás por lo personalizable que es tanto en alertas como en diseños, como en los grupos, como en las búsquedas dentro de todas las conversaciones. Además te permite automatizar ciertas tareas y es compatible con otros servicios como Drive, IFTTT, Dropbox, Twitter o Skype, entre otras.
Durante esta semana tuvo lugar la rueda de prensa en la que la compañía nos presentaba sus novedades. Entre todo lo que nos contaron podemos destacar tres: mejorar los mensajes que ya utilizamos, mejorar la usabilidad y añadir los formatos de voz y vídeo.
Slack es quizás el camino a un acercamiento del equipo en el que, cada vez más, trabajamos desde diferentes oficinas o partes del mundo y desde diferentes dispositivos. La misión de la compañía es hacer la vida profesional más simple, placentera y productiva.
Sin duda será una de las tendencias de los próximos meses. Slack lo puede usar desde un freelance hasta una compañía, partiendo de versión gratuita hasta versión plus con un coste de unos diez euros mensuales.